Hernia gigante inguino-escrotal

Autores: Baca Prieto JE, Domínguez Carrillo LG

Fragmento

Paciente masculino de 55 años, con historia de 30años de hernia inguino-escrotal gigante (fig. 1), que acude a urgencias por obstrucción urinaria. Se le colocó sonda de Foley; se realizó angiotomografía abdominal, la cual mostró: intestino delgado dentro de saco herniario inguino-escrotal derecho sin afectación vascular (figs. 2 y 3); los valores de laboratorio eran normales. Se hospitalizó al paciente colocando, mediante aguja de Veress, un catéter Tenckhoff en el cuadrante superior izquierdo de abdomen (fig. 4), efectuando insuflación (800 a 1,000c.c.) de aire ambiental en cavidad abdominal, con monitorización de la presión intraabdominal mediante la sonda de Foley conectada a transductor eléctrico de presión; la máxima presión intraabdominal alcanzada de manera paulatina fue de 20cmH2O, correspondiendo a 27.9mmHg. En el décimo día de hospitalización mediante cirugía se efectuó la colocación del intestino en la cavidad abdominal y resección del saco herniario, y la pared abdominal fue reforzada con malla compuesta. El paciente presentó un postoperatorio sin complicaciones (fig. 5). Este tipo de cirugía representa el modelo de tratamiento que puede ofrecerse a pacientes con hernia inguino-escrotal gigante1-3, permitiendo una calidad de vida satisfactoria.

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2017-03-09   |   1,340 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 82 Núm.1. Enero-Marzo 2017 Pags. 89-91. Rev Gastroenterol Mex 2017; 82(1)