Fragmento

A finales del siglo XVIII se difundieron los beneficios del aire puro y la luz solar; se recomendaba su uso para el tratamiento de úlceras, tuberculosis, raquitismo, edema y depresión. Durante la Grecia clásica, la luz solar se empleó en el tratamiento de afecciones diversas como artritis, edema, ictericia y diversos trastornos cutáneos. A finales del siglo XIX ya se tenía evidencia de que la luz solar tenía efectos bactericidas sobre los microorganismos. Los antibióticos fueron descubiertos a mediados del siglo XX. Los médicos esperaban que contribuyeran al manejo oportuno y eliminación de enfermedades. Sin embargo durante el transcurso de los años y el uso indiscriminado de los antibióticos, han contribuido a la resistencia de las bacterias contra tales medicamentos. Lo cual nos ha llevado a preguntarnos ¿Qué métodos están a nuestro alcance para combatir a estas bacterias que nosotros mismos hemos hecho resistentes a los medicamentos? Aún existen métodos preventivos a los cuales podemos recurrir para combatir las infecciones, uno de ellos sería reducir el uso de los antibióticos y tomar medidas para fortalecer de manera natural nuestro sistema inmunológico y enfrentar a estos microorganismos. Sin embargo, a pesar de que nuestro cuerpo cuente con barreras de protección contra enfermedades, los hábitos de vida poco saludables como mala alimentación, falta de higiene y toxicomanías debilitan nuestra salud favoreciendo las infecciones. Ahora bien, ¿Existen alternativas naturales que se encuentren en armonía con las investigaciones científicas para fortalecer nuestro sistema inmunológico y así enfrentar las enfermedades? Sí. Actualmente se está recurriendo a métodos preventivos del pasado para combatir las infecciones, tales como son el sol, el aire puro, el agua de mar y la tierra...

Palabras clave: Biosfera elementos interacción humana

2017-07-26   |   229 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 5 Núm.1. Enero-Marzo 2017 Pags. 22-25. Sal Chiap 2017; 5(1)