En la práctica diaria nos enfrentamos a un sin fin de enfermedades que son portadas por nuestros pacientes, algunas de ellas conocidas y otras de nueva aparición, de cualquier manera, es necesaria una atención profesional por el servidor de la salud, que tiene el deber moral “tal y como aceptó en su juramento profesional”, de tratar y buscar respuestas ante las nuevas incógnitas que se le presenten. Los avances preventivos, diagnósticos y terapéuticos se consiguen tras realizar investigaciones básicas y clínicas, es así como se demostrará si en su preparación académica se le fomentó el hábito de la investigación o no, ya que una vez en el campo profesional debería ser capaz de formular una hipótesis de trabajo, establecer objetivos, emplear material y métodos adecuados, recopilar resultados, discutir los datos obtenidos y obtener conclusiones de su trabajo. Sin este tipo de formación los padecimientos y enfermedades pasarán desapercibidas y no se tendrá la oportunidad de combatirlas con programas preventivos o correctivos.
2018-11-22 | 594 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.2. Abril-Junio 2018 Pags. 4 Med Oral 2018; 18(2)