Editorial

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La articulación teporomandibular (ATM) es una zona del cuerpo muy delicada que requiere de atención durante todas las etapas de la vida. Nuestra labor como especialistas de la salud oral debería incluir de manera consistente, sobre todo si hay niños y jóvenes en nuestra consulta, la prevención de los desórdenes de la ATM, ya que, como bien sabemos, éstos suelen ser tan incómodos como difíciles de resolver, de manera que llegan a volverse verdaderos malestares crónicos e incapacitantes. Desde que nacen los niños y niñas, sus padres y madres deberían estar atentos (y nosotros a recomendarles que así lo hagan) para detectar si sus pequeños mastican de un solo lado o duermen con las manitas cruzadas debajo de las mejillas, casi siempre del mismo lado, ya que esto, como lo alerta el Dr. Larena-Avellaneda, puede ocasionar una deformación craneal en la articulación temporomandibular y resultar en una mordida cruzada que traerá, además de un aspecto físico asimétrico, otros problemas que pueden ser bastante graves e incurables. Asimismo, podemos detectar y combatir otras causas derivadas de los hábitos, como el bruxismo. Por otra parte, también es nuestra responsabilidad estar al pendiente y registrar en la historia clínica de nuestros pacientes, cuáles son las actividades físicas y deportivas que realizan con mayor frecuencia. Así, podremos hacerles las recomendaciones pertinentes para el uso de protectores en cabeza y cara, que les evitarán la pérdida de dientes, trastornos en la articulación teporomandibular e inclusive, lesiones mortales o que dejen secuelas. Recordemos que como médicos, somos parte esencial de la educación para el cuidado de la vida.

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2010-12-08   |   1,671 visitas   |   9 valoraciones

Vol. 2 Núm.11. Noviembre 2010 Pags. 2 Rev Nal Odontol Méx 2010; 2(XI)