Autor: Taborda Ramírez Luis Carlos
Constituye una enorme pérdida para esta comunidad universitaria, así como para la profesión médica de Colombia y muy particularmente para los especialistas en cirugía cardiovascular, la desaparición de nuestro compañero y amigo por más de cincuenta años, el profesor y doctor Miguel Madero Pinzón. Continuaremos viéndolo y sintiéndolo en estos claustros –y en la Clínica de Marly su segundo hogar profesional– como un ejemplo de dedicación a sus pacientes, a sus estudiantes y a sus colegas hasta el último minuto de su vida. Siempre discreto y valiente para enfrentar silenciosamente una penosa enfermedad crónica, sin quejarse a nadie, ni dejar de cumplir con su vocación. Vale la pena anotar aquí algo sobre lo cual, apenas si nos hemos enterado después de su fallecimiento y es que aquejado por la leucemia, le solicitó a su médico una reserva absoluta sobre este proceso, que no se lo comunicó inicialmente, ni siquiera a su familia.
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2011-07-11 | 2,211 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 20 Núm.2. Abril-Junio 2011 Pags. 133-134. Repert med cir 2011; 20(2)