La dirofilariasis en gatos domésticos

Autor: Fierro Meza Julio César

Resumen

La dirofilariasis felina o enfermedad del gusano del corazón es producida por un nematodo filaroide, Dirofilaria immitis. Es transmitida en forma natural por mosquitos entre los cuales se encuentran más de 60 especies, variando éstas de una región a otra, y de los hábitos que presentan. Entre los géneros en nuestra región se pueden mencionar Culex pipiens, C. fatigans, Aedes aegypt, A. geniculatus, A. panbaensis y A. cuatrimaculatus. Por tratarse de un parásito de ciclo indirecto, la distribución geográfica de la dirofilariasis queda limitada a aquellas regiones que ofrecen las condiciones ambientales favorables para el desarrollo de los hospedadores intermediarios. La dirofilariasis felina, es un complejo patológico, principalmente subclínico, produciendo desde una obstrucción por un desorden vascular pulmonar con complicaciones por enfermedades clínicamente significativas del corazón, pulmón, hígado, riñón y conducto torácico, hasta signos del sistema nervioso central. Los signos comunes en casos graves o agudos, generalmente incluyen: colapso, disnea, convulsiones, vómito intermitente, diarrea, ceguera, taquicardia o síncope. Los signos de enfermedad crónica incluyen: intolerancia al ejercicio, tos, vómito, disnea, letargo, anorexia, quilotórax, taquipnea, distensión abdominal (en caso de haber falla congestiva del lado derecho del corazón), una menor extensión de la cianosis, sonidos anormales del pulmón, murmullo sistólico (es extremadamente raro), hemoptisis ocasional, retención urinaria y ascitis. Las lesiones producidas por el nematodo en gatos son similares a las observadas en el perro, aunque en los gatos generalmente son más severas. Generalmente las lesiones en los gatos están confinadas a los sistemas pulmonar, cardiovascular y órganos como el hígado, vejiga y tejido cutáneo. El diagnóstico de la dirofilariasis felina es más difícil que en el perro. El gato puede presentar problemas similares al perro, pero los signos clínicos pueden ser mucho más «nebulosos» en el gato y pueden ser confundidos con otras complicaciones. Los métodos tradicionales de detección de microfilaremia en perros podrían ser retrocedientes en el gato en un 20% de los casos, debido a que el número de microfilarias circulantes podría ser bajo y efímero. Últimamente se han utilizado kits test comerciales del antígeno del gusano del corazón (DiroChek, DilfiTest, Snap Canine HW), estas pruebas tienen pocas limitaciones en el gato como en el perro. La prueba indirecta de anticuerpos fluorescentes (IFA) es un método real de detección si se produce suficiente cantidad de anticuerpo en el suero. El siguiente paso en la confiabilidad de las pruebas, es un simple examen para detectar anticuerpos de gusano, por medio de un ensayo de la enzima enlazadora de inmunoabsorbencia (ELISA). Así como la prueba de IFA, la prueba de ELISA, no es un diagnóstico confiable hasta que la circulación de anticuerpos producidos sea suficiente. Los signos clínicos no son del todo un parámetro para la sospecha inmediata de la enfermedad del gusano del corazón; por lo que lo más recomendado es seguir los pasos del algoritmo. Un posible obstáculo en este trabajo fue la cantidad de sangre que se recolectó debido al tamaño tan pequeño de los animales muestreados. El clínico debe tomar como diagnóstico diferencial a la dirofilariasis felina en todos los gatos que se presenten a consulta y que padezcan cualquiera de los síntomas antes mencionados; ya que nos encontramos en un área endémica de dirofilariasis canina.

Palabras clave: Dirofilaria felina enfermedad del gusano del corazón parásitos corazón gatos.

2003-02-26   |   11,419 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 10 Núm.2. Marzo-Abril 1999 Pags. 58-61 Revista AMMVEPE 1999; 10(2)