Presentación del libro Narrativa médica en los 150 años de la Academia Nacional de Medicina

Autor: Berruecos Villalobos Pedro

Fragmento

Antes que nada, al presentar este libro, es necesario expresar un muy especial agradecimiento a la Dra. Herlinda Dabbah, al buen amigo el Dr. Alberto Lifshitz, al Dr. Julio Sotelo y a todos los miembros del comité organizador de los eventos del CL aniversario de la Academia Nacional de Medicina, muy particularmente a su presidente, el Dr. Enrique Ruelas, por la distinción que significa participar como colaborador en este estupendo libro y por la invitación para comentarlo en su presentación, que hago con muchísimo gusto, el día de hoy. Desde el Paleolítico, el hombre ha vivido con la obsesión de conservar y transmitir las palabras, primero en la pintura rupestre y luego mediante la tradición oral; más adelante, en piedras talladas, tabletas de arcilla, pergaminos, madera, vitela o papiros. En la Edad Media, los libros se escribían y decoraban uno por uno, y surgían como magia de las manos de frailes enclaustrados en el scriptorium, en donde no había lámparas ni velas para evitar los incendios. Fue en esas épocas cuando enormes seres pensantes conservaron esos milagros, esas obras de arte, esos actos de fe, en bibliotecas como la de Ugarit, del siglo XII a.C.; en las tabletas de arcilla de Nínive, en el siglo VII a.C.; en la biblioteca de Pérgamo, en el siglo III a.C., que guardaba los manuscritos de Aristóteles; en la de Herculano, destruida por la erupción del Vesubio en el año 79, y redescubierta en 1752, al encontrar 1,800 rollos carbonizados; en la famosa de Alejandría y en la de Constantinopla, destruida en la Cuarta Cruzada. Se intuía entonces que saber, leer y aprehender implicaba superioridad, predominio y poder.

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2016-05-17   |   201 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 151 Núm.1. Enero-Febrero 2015 Pags. 139-142 Gac Méd Méx 2015; 151(1)