Lepra neural pura de 18 años de evolución

Autores: Jaramillo Laura, Giraldo Natalia, Arboleda Naranjo Margarita, Rodríguez Toro Gerzaín

Resumen

La lepra puede presentar dificultades diagnósticas, especialmente en la forma neural primaria. Un hombre de 38 años, exsoldado y trabajador rural, presentó durante más de 10 años hiperestesia supraclavicular y supraescapular izquierdas y anestesia progresiva escapular y en guante de la mano y brazo izquierdos, con reabsorción ósea de las falanges distales del primero y segundo dedos de la misma mano, cambios que le dificultaban realizar sus labores; no tenía lesiones cutáneas de lepra. El nervio cubital izquierdo presentaba engrosamiento epitroclear, por lo que se sospechó lepra neural pura. Las baciloscopias de moco, pabellones auriculares y codos fueron negativas, al igual que los anticuerpos IgM contra el glicolípido fenólico 1; dos biopsias de piel de zonas anestésicas fueron normales también. La electromiografía evidenció disminución notoria de los potenciales sensitivos de los nervios cubital, radial y mediano izquierdos, lo cual favoreció el diagnóstico de lepra neural primaria. Se inició tratamiento para lepra multibacilar por tener afección de más de un tronco nervioso, dos meses después comenzó a presentar mejoría notoria de los síntomas y logró reanudar sus actividades comunes y laborales. La lepra neural primaria cursa con zonas de hipoestesia y anestesia cutánea y engrosamiento neural troncular, puede permanecer sin diagnóstico durante años. La electromiografía, que demuestra disminución de los potenciales sensitivos, es una ayuda diagnóstica considerable, mientras la biopsia de piel anestésica ayuda al diagnóstico solo en la tercera parte de los casos. La sospecha clínica razonable es suficiente para iniciar tratamiento antileproso, cuando no se dispone de otros medios diagnósticos.

Palabras clave: Mycobacterium leprae lepra electromiografía anestesia hipoestesia anomalías cutáneas.

2017-03-16   |   218 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 21 Núm.1. Enero-Marzo 2017 Pags. 56-60. Infectio 2017; 21(1)