Fragmento

Iniciaba un nuevo bienio (1991), una nueva Mesa Directiva entraba en funciones y el Presidente, con su estilo muy particular me dijo: “Usted será el nuevo Director de la Revista Mexicana de Angiología”. Ante esa responsabilidad el mundo se me vino encima; es más, sentí miedo. Por mi mente pasó la idea de esperar el momento propicio para rechazar el nombramiento. Sin embargo, en poco tiempo conocí a dicha Mesa Directiva, encontrando que se trataba de una verdadera orquesta, hábilmente dirigida, integrada por gente joven (por su edad y pensamiento), entusiasta, impresionantemente activa, que dio su tiempo sin miramientos, que realizó gastos personales y que trabajó en junta permanente. Al ver eso, no era posible defraudarlos, máxime que todos ellos, además de realizar sus funciones específicas, se dieron a la tarea de ayudar a nuestra revista.

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2017-09-25   |   388 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 45 Núm.3. Julio-Septiembre 2017 Pags. 96-97 Rev Mex Angiol 2017; 45(3)