Fracturas orbitomalares

Autor: Reyes Velázquez Joel Omar

Fragmento

La cara en el ser humano, es de gran importancia ya sea para la apariencia o para la función. Este tipo de fracturas rara vez ponen en peligro la vida del paciente, pero pueden estar relacionadas a otras fracturas y lesiones oculares e intracraneales que ameriten un tratamiento de emergencia. Se les llama también fracturas del complejo cigomático las cuales constituyen la segunda fractura facial, en frecuencia, solo después de las fracturas de los huesos propios de la nariz, y son las que están mayormente asociadas a fracturas orbitarias. El patrón de fractura más común es la mal llamada fractura en trípode en la cual están afectadas las cuatro suturas del hueso cigomático. A su vez, el arco cigomático puede fracturarse sólo o formar parte de la fractura del complejo cigomático. Las fracturas del esqueleto facial se reconocen desde la antigüedad y sus intentos para corregirlas datan de 25 a 30 siglos atrás. El Papiro de Smith es quizás el primer documento donde se describen las diferentes modalidades de tratamiento hasta entonces conocidas de muchas de las fracturas del cigoma. Las fracturas orbitocigomáticas fueron reportadas por primera vez en 1751, al describir Duverney la anatomía de dos pacientes, sus tipos de fracturas y los abordajes para su reducción. Las fracturas aisladas y selectivas del arco cigomático son relativamente frecuentes, ocasionando un defecto estético debido a una depresión visible a nivel del área afectada y una limitación funcional de los movimientos de apertura y cierre de la mandíbula, al no poder desplazarse la apófisiscoronoides hacia delante.

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2018-04-06   |   909 visitas   |   3 valoraciones

Vol. 13 Núm.163. Enero 2018 Pags. 1-5 Odont Moder 2018; 13(163)