Resumen

El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia antihipertensiva y la tolerancia de losartan en 55 enfermos con hipertensión arterial sistémica severa de difícil control. Todos ellos eran tratados con grandes dosis de múltiples fármacos hipotensores; todos presentaban efectos colaterales y en ninguno se había logrado un control adecuado de su hipertensión. Después de su inclusión, fueron evaluados cada semana, durante un mes, luego cada dos semanas hasta lograr su control, de mayo de 1996 a julio de 1997. Con la administración de losartan se observó un descenso de 180 ± 6.4 a 129 ± 3.6 mm Hg en las cifras de tensión arterial sistólica y de 113 ± 3.7 a 80.4 ± 2.2 mm Hg en las de tensión arterial diastólica. La diferencia entre los valores tensionales iniciales y finales resultó estadísticamente significativa (p < 0.0001, prueba de Wilcoxon). También se analizó el número de fármacos administrados y la cantidad de tabletas ingeridas al día al inicio y al final del estudio. Después de la administración de losartan, el número promedio de fármacos consumidos disminuyó de 4 ± 2 a 2 ± 1 (p < 0.0001) y la cantidad de tabletas ingeridas al día de 12 ± 4 a 2.4 ± 3 (p < 0.0001). Además de losartan, 45 pacientes requirieron el empleo de hidroclorotiazida y 19 de calcioantagonista de tercera generación. La tolerancia al losartan fue excelente dado que la gran mayoría de los pacientes no sufrieron efectos colaterales imputables a la administración del fármaco. El empleo de losartan no sólo brinda un beneficio en el control de la hipertensión arterial, sino que permite una adherencia adecuada al tratamiento, ya que se requiere de un mínimo de tabletas al día. Finalmente, el análisis de costo-beneficio muestra que, a corto y largo plazo, el uso de losartan brinda grandes ventajas tanto para el paciente hipertenso como para la institución que lo atiende.

Palabras clave: Losartan hipertensión arterial sistémica severa.

2003-03-24   |   6,944 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 9 Núm.4. Octubre-Diciembre 1998 Pags. 134-138 Rev Mex Cardiol 1998; 9(4)