Neurotecnologías: la necesidad de un compromiso ético en su implementación

Autores: Barrera Valencia Mauricio, Calderón Delgado Liliana

Fragmento

En 1990, la Biblioteca del Congreso y el Instituto Nacional de Salud, de los Estados Unidos, lanzaron el proyecto conocido como “La década del cerebro”, con el fin de promover el estudio científico del encéfalo y destacar la importancia de profundizar en su conocimiento para el bien de la humanidad (Library of Congress, 1990). Sus avances fueron más bien modestos si se comparan con los adelantos obtenidos en la actualidad a través de dos iniciativas semejantes: La primera planteada por la Unión Europea, bajo el nombre de Proyecto Cerebro Humano, que pretende aplicar en diez años la mayor simulación del cerebro a partir del uso de modelos informáticos instalados en supercomputadores. Por otro lado, el proyecto Brain Research through Advancing Innovative Neurotechnologies (BRAIN), implementado por los Estados Unidos, con el objetivo de desarrollar tecnologías que permitan tener una imagen más precisa del cerebro (que combine la resolución espacial de las técnicas de neuroimagen, con la resolución temporal de la técnicas de electroencefalografía), para favorecer un estudio más detallado del mismo. Ambos proyectos buscan, en últimas, desarrollar neurotecnologías que den paso a una mejor comprensión del cerebro, con el fin de contribuir a la solución de enfermedades del sistema nervioso, bien sean de tipo neurológico o psiquiátrico, y al avance de aplicaciones a partir del saber que se genera del estudio de sus conexiones: para ofrecer soluciones más efectivas en los distintos campos del conocimiento humano, y que abarcan áreas tan variadas como la educación, la ingeniería, la economía o el mercadeo.

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2018-11-07   |   100 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 8 Núm.2. Julio-Diciembre 2015 Pags. i-iii Rev CES Psicol 2015; 8(2)