La neurofisiología de las emociones humanas

 

Autor: Cantaclaro

Fragmento

Con mucha frecuencia ligamos las emociones humanas a las propiedades de una sustancia intangible y etérea que la reconocemos como espíritu, motor fundamental de la energía que nos mantiene vivos. De la misma manera nos referimos a las cualidades especiales de las personas, como es la empatía, que elevamos con frecuencia al rango de lo específicamente humano. Igualmente sucede con la compasión y la piedad, pero que de la misma forma que la empatía, desconocemos los mecanismos que hacen que nos comportemos como compadecidos o piadosos. En primer lugar, debemos de definir correctamente los términos que empleamos, con el fin de desligarlos de conceptos meramente religiosos; prisioneros en nuestro conocimiento por los dogmas de fe. Así como lo dijera el Psicólogo Social Daniel Batson, en el 20092 : “una persona adquiere la propiedad de la empatía cuando entra en el mundo de la percepción privada de otro ser sensible y puede comprender, punto a punto; los sentimientos que fluyen dentro de su ser, como puede ser el miedo, la rabia, el dolor, la confusión o lo que la preocupa en el momento mismo de la relación. Lo anterior adquiere el significado la persona empática tiene la capacidad de vivir temporalmente en la vida del otro, moviéndose en su interior con suma delicadeza y sin emitir juicios y entendiendo su concepción del mundo. Se trata, dice, en convertirse en un compañero de confianza”...

Palabras clave: Neurofisiología emociones humanas empatía aplicación clínica

2019-04-11   |   188 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 6 Núm.2. Abril-Junio 2018 Pags. 84-85 Sal Chiap 2018; 6(2)