Lesiones ateromatosas descubiertas en autopsias realizadas en un hospital pediátrico

Autores: Juárez Muñoz Irina Elizabeth, Zaldívar Sandoval Alejandro, Siordia Reyes Georgina A, Núñez Tinoco Fernando, González Sánchez Antonio Héctor

Resumen

Antecedentes: La aterosclerosis es un proceso que se inicia en la infancia y se manifiesta clínicamente en la edad adulta. Aparece como un depósito de lípidos en la íntima de las arterias que se extiende gradualmente. Objetivo: Determinar la frecuencia de lesiones ateromatosas en las arterias coronarias y la aorta descubiertas en autopsias efectuadas en un hospital pediátrico. Material y método: Se incluyeron las autopsias que cumplieron los criterios de selección entre enero de 1994 y junio de 1995. Se tomó un espécimen de la coronaria izquierda, el cayado de la aorta, la aorta torácica y la aorta abdominal. Se realizaron tinciones con hematoxilina y eosina, especialmente con PAS, y Masson para las fibras elásticas; todas fueron evaluadas por dos patólogos. Se revisaron los expedientes de los pacientes para precisar si habían presentado factores de riesgo. Resultados: Se estudiaron 63 autopsias (36 niños y 27 niñas) y sólo en dos casos(3% del total) se encontraron estrías grasas en aorta abdominal. Ambos casos tenían antecedentes familiares de infarto de miocardio, pero su estado nutricional era adecuado. Conclusiones: El estudio confirma que la aterosclerosis se inicia en la infancia y las lesiones más frecuentes se desarrollan en la aorta abdominal. Con base en estos hallazgos es posible recomendar a los pediatras que vigilen la nutrición de los pacientes y la mantengan en forma adecuada para evitar el progreso de las lesiones. No obstante, es importante continuar buscando estas lesiones en las autopsias de todos los pacientes, especialmente en los que presenten factores de riesgo y analizarlas más profundamente.

Palabras clave: Lesiones ateromatosas coronaria izquierda cayado de la aorta.

2003-03-28   |   4,934 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 20 Núm.3. Mayo-Junio 1999 Pags. 125-129. Acta Pediatr Méx 1999; 20(3)