Autores: et al , Deschamps Lago Rosa Amelia , Peralta Cadena Mario Emilio, Pérez Pinetti Patricia Adriana, Deschamps Lago María Esther, Lagunes Torres Teresa de Jesús, Bolívar Duarte Laura Margarita, Portilla Cárdenas María Dora
Introducción.
El Índice Neutrófilo/Linfocito (INL) es una prueba que evalúa la relación entre los recuentos de neutrófilos y linfocitos totales en sangre periférica. Esta prueba también puede encontrarse como cociente, razón, relación o ratio de neutrófilos/linfocitos. Se realiza a través de un análisis de sangre como la citometría hemática, que es un estudio de rutina disponible en cualquier país del mundo para evaluar el estado de salud del paciente. El INL puede reflejar un estado de inflamación sistémica en pacientes en estado crítico después de un shock, politraumatismo, cirugía mayor o sepsis. Aunque el INL es poco conocido y utilizado, la primera publicación sobre esta prueba la realizó Goodman et al. en 1995, publicaron uno de los primeros usos clínicos del INL en humanos como un marcador de apendicitis aguda: un INL ≥ 3,5 tuvo una mayor sensibilidad para detectar la enfermedad que el número absoluto de leucocitos.(1) Un año después, se utilizó en conjunto con la prueba de ADA (adenosine deaminase/adenosina deaminasa) para diagnosticar pleuritis tuberculosa. Su uso como marcador pronóstico en cáncer se sigue expandiendo para la patología gástrica y colorrectal, Zahorec en 2001 demostró que este parámetro fácilmente medible y disponible puede reflejar la intensidad del estrés y/o inflamación sistémica en pacientes críticos. y actualmente se aplica en pacientes críticos, comparándolo con otras escalas ampliamente reconocidas, como el APACHE II (Acute Physiology and Chronic Health disease Classification System II / Fisiología Aguda y Sistema de Clasificación de Enfermedades Crónicas II). (2) En el ámbito cardiovascular, Duffy et al. publicaron en 2006 uno de los primeros trabajos que relaciona los niveles de INL previos a una intervención coronaria percutánea con una mayor tasa de mortalidad posterior. Por otra parte, Papa et al. en 2008, describen este índice como un predictor de mortalidad cardiaca en pacientes con cardiopatía isquémica estable: los pacientes de mayor riesgo presentaron un INL superior a 2,55. En 2012 surgieron los primeros estudios que lo correlacionan con la patología cardiovascular. (3) El INL es un biomarcador que mide dos aspectos distintos y complementarios: la respuesta inmune innata a través del recuento de neutrófilos y la respuesta inmune adaptativa a través del recuento de linfocitos. Este índice se considera un biomarcador útil para medir la respuesta inmune innata y adaptativa en su conjunto. El INL resurgió con gran fuerza a raíz de la pandemia de COVID-19 y se utilizó para valorar la morbi-mortalidad de los pacientes afectados por la enfermedad.( 4,5) Aunque el INL parece ser un nuevo parámetro hematológico, en realidad ha sido utilizado en el pasado para evaluar infecciones severas y cambios en la función adrenocortical en animales en situación de estrés.(1) En años posteriores, se ha empleado como predictor de supervivencia en pacientes con caquexia cancerígena, como marcador de apendicitis aguda y para el diagnóstico de pleuritis tuberculosa. Asimismo, se ha utilizado como marcador pronóstico en cáncer gástrico y colorrectal, en pacientes críticos y en patología cardiovascular. El INL es un índice que se correlaciona con la patología cardiovascular y se considera un biomarcador útil para evaluar la respuesta inmune innata y adaptativa en pacientes críticos.(3) El Índice neutrófilo/linfocito (INL) es la relación entre los recuentos de neutrófilos y linfocitos totales medidos en sangre periférica. Es importante mencionar que esta prueba aparte de encontrase como Índice neutrófilo/linfocito (INL), también puede buscarse como cociente, razón, relación o ratio de neutrófilos/linfocitos. Es fácilmente determinado a partir de un análisis de sangre como la citometría hemática, estudio disponible en cualquier parte del mundo como evaluación inicial y monitorización del estado de salud del paciente, lo importante de este índice o cociente es que puede reflejar un estado de inflamación sistémica.(6) Sin embargo, el INL es poco conocido y en consecuencia poco utilizado, pero no es nuevo ya que desde hace muchos años se utilizaba en animales y en los años noventa empezó a utilizarse en humano.(1) Una forma sencilla de definir la prueba índice neutrófilos/ linfocitos es simplemente el número de neutrófilos dividido entre el número de linfocitos, hay un poco de variaciones porque en los primeros artículos que hablan sobre este índice lo hacían en base al recuento relativo de cada célula, sin embargo, hoy en día es más fácil calcularlo a través de sistemas automatizados y en general todas las publicaciones actuales lo mencionan como el uso del valor absoluto de las células. No importa cualquiera de los dos tipos de valores empleados, al final de cuentas es una relación y esa relación se va a mantener usando valores absolutos o relativos. (2)
Neutrófilos.
El papel de estas células que conforman este índice se conoce que los neutrófilos son una primera línea de defensa contra patógenos invasores y tiene diversos mecanismos de quimiotaxis aquí los componentes químicos hacen que lleguen a los sitios donde se necesita, clásicamente conocemos que los neutrófilos son células fagocíticas, es decir que van a fagocitar a esos invasores y los van a eliminar, sin embargo también estas células tienen capacidad de liberación de formas de oxígeno reactivo que también van a destruir a estos patógenos invasores por supuesto liberación de los gránulos recordemos que los neutrófilos existentes tienen distintos tipos de gránulos, gránulos primarios, los secundarios y los terciarios y que estos gránulos en su interior tienen una gran cantidad de enzimas y de otras proteínas que tienen acción sobre estos patógenos para destruirlos a través de diversos mecanismos. Sin embargo, hay otro papel que debemos recordar y es que él puede producir y liberar citoquinas y esto es importante tenerlo en cuenta para ver al neutrófilo más allá de una simple célula que se encarga de la fagocitosis, sino que también es una célula que libera citoquinas y estas van a actuar sobre los linfocitos B, sobre los linfocitos T cd4 y cd8, sobre los linfocitos NK pero también va a actuar sobre las células dendríticas y las Stem cell mesenquimales. Entonces el neutrófilo tiene un papel no solamente de fagocitosis, sino que también tiene un papel de modulador, un papel de inmunomodulador cuando está trabajando en conjunto con estos linfocitos y es importante tener en cuenta que hay una asociación, hay una relación entre estos neutrófilos y los linfocitos que los linfocitos también son células efectoras.(6) Se conoce que existe aumento de los neutrófilos en gran cantidad de situaciones, en las infecciones bacterianas y por hongos clásicos, este aumento de neutrófilos lo tenemos presente en uno de los principales usos que se le da al recuento de neutrófilos como en el accidente cerebrovascular, en el infarto agudo al miocardio en la arterosclerosis, en el trauma severo, en el cáncer, en las complicaciones post cirugía y en cualquier condición caracterizada por daño al tejido y activación del Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SIRS). En esta situación es lo que se produce clásicamente es un aumento importante en el número de los neutrófilos sin embargo el número de los linfocitos puede estar normal pues está ligeramente aumentado ligeramente disminuido pero el balance global hace que esta relación entre los neutrófilos y los linfocitos esté aumentada entonces en todas estas condiciones existe un aumento importante en esta relación de neutrófilos y linfocitos.(7) El papel de las células que conforman el índice se sabe que los neutrófilos son una defensa primaria contra patógenos invasores y tienen varios mecanismos de quimiotaxis para llegar a los sitios donde se necesitan. Se conoce que los neutrófilos son células fagocíticas que fagocitan a los invasores y los eliminan, pero también tienen la capacidad de liberar formas de oxígeno reactivo que destruyen a los patógenos invasores. Además, los neutrófilos tienen gránulos primarios, secundarios y terciarios que contienen enzimas y proteínas que actúan sobre los patógenos para destruirlos. Sin embargo, otro papel importante de los neutrófilos es que pueden producir y liberar citoquinas que actúan sobre los linfocitos B, los linfocitos T cd4 y cd8, los linfocitos NK, las células dendríticas y las Stem cel mesenquimales. Por lo tanto, los neutrófilos tienen un papel de modulador e inmunomodulador cuando trabajan en conjunto con estos linfocitos. Es importante tener en cuenta que existe una asociación y relación entre los neutrófilos y los linfocitos, y que los linfocitos también son células efectoras.(6) Se sabe que hay aumentos de neutrófilos en muchas situaciones, como infecciones bacterianas y por hongos, accidentes cerebrovasculares, infartos agudos al miocardio, arterosclerosis, trauma severo, cáncer, complicaciones postoperatorias y cualquier condición caracterizada por daño al tejido y activación del SIRS. En estas situaciones, hay un aumento importante en el número de neutrófilos, pero el número de linfocitos puede estar normal o ligeramente aumentado o disminuido. Sin embargo, el balance global hace que la relación entre los neutrófilos y los linfocitos esté aumentada en todas estas condiciones.(8)
Linfocitos.
En relación a los linfocitos, es importante mencionar que existen diferentes tipos de estos, siendo la mayoría de ellos de tamaño pequeño, aunque también hay linfocitos grandes de diferentes tipos. Por lo general, estos linfocitos se ven involucrados en infecciones virales, donde se incrementan en número en la mayoría de los casos, aunque existen excepciones a esta regla, como en tumores celulares y en el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS). (8) En cuanto a la relación entre los neutrófilos y los linfocitos, se sabe que los primeros están relacionados con la respuesta inmune innata, la cual es preferentemente llamada respuesta inflamatoria. Esta respuesta puede ser tanto aguda como crónica y se relaciona directamente con el aumento en el número de neutrófilos. Por otro lado, los linfocitos son una medida de la respuesta inmune adaptativa, donde se producen células efectoras, incluyendo los linfocitos B que producen anticuerpos. En muchas situaciones, se observa un aumento importante en el número de neutrófilos, mientras que el número de linfocitos puede permanecer igual, disminuir o disminuir de manera sustancial. En todos estos casos, se produce el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS), que se caracteriza por una inflamación fuerte dentro del organismo, mediada principalmente por los neutrófilos a través de la secreción de citocinas y la modulación de otras células, especialmente los linfocitos.(9) La utilidad principal de esta relación es vigilar el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica en el organismo, que ocurre en muchas situaciones en las que aumenta el número de neutrófilos y también se producen cambios en el número de los linfocitos. Esto ha adquirido gran relevancia en la pandemia actual por COVID-19, donde se presenta el síndrome de respuesta inflamatoria sistémica. (10,11) En relación a los valores de referencia de este índice, se han establecido diversos estudios que son fundamentales en el seguimiento de diversas patologías. En este caso, se presenta un estudio retrospectivo con adultos en geriátricos aparentemente sanos, que se basa en el número absoluto obtenido por autoanalizadores del número absoluto de neutrófilos y del linfocito. Los valores de referencia obtenidos en este estudio van del 0. 8 al 3.5, siendo el valor de 3.5 un límite superior de referencia, aunque es importante ser precavidos con este valor ya que existen otros estudios que indican que existen otros valores. Por ejemplo, el estudio de Rotterdam, que es bastante amplio, también evalúa esta relación del número absoluto de neutrófilos y linfocitos y obtiene que el límite inferior es de 1.76 y el superior es prácticamente 4. Es decir, no hay unos valores de referencia universales y además, se encontró que la media de este índice en los hombres es superior al de las mujeres, lo que indica que hay una diferencia entre hombres y mujeres. También se encontró que en personas mayores de 85 años el valor de este índice entre los neutrófilos y los linfocitos es mucho más elevado.(9,12) Es importante tener en cuenta que los valores de referencia no son universales y que hay diferencias entre los sexos y que también al aumentar la edad este valor tiende a ser superior. Además, existen diversos factores que afectan este índice, como la obesidad, los esteroides externos y las hormonas masculinas endógenas. También hay una gran cantidad de desórdenes hematológicos activos que cursan con alteraciones en este índice, como el VIH, el accidente cerebrovascular, el infarto del miocardio, el tromboembolismo pulmonar, la diabetes tipo 2, el cáncer, el trauma agudo y el estrés emocional. (12) Es un factor importante tener en cuenta que el estrés afecta al número de neutrófilos y que cuando existe una situación de estrés, estos neutrófilos se marginan y producen un aumento significativo en el número de neutrófilos circulantes. Por lo tanto, es importante que el paciente esté en reposo y calmado al tomar la muestra para hematología, ya que situaciones como las pataletas en los niños pueden generar un falso aumento en ese número de neutrófilos, lo que afectará este índice.(13) En resumen, los valores de referencia de este índice no son universales y varían según el sexo y la edad. Además, existen diversos factores que pueden alterar este índice, como la obesidad, los esteroides externos y las hormonas masculinas endógenas, entre otros. Es importante que el médico tenga en cuenta estos factores para realizar una correcta interpretación de los valores obtenidos en el laboratorio. Analizando algunas situaciones en las que el índice puede verse alterado, la primera de ellas es la sepsis, que fue el tema de las primeras publicaciones originales. Se ha descubierto que este índice es un marcador confiable para la sepsis bacteriana. Cuanto mayor es el valor de esta relación entre los neutrófilos y los linfocitos, peor es el pronóstico del paciente. Por ejemplo, si el valor es mayor a 9.3, es altamente probable que el paciente presente una sepsis. Si ese valor es mayor a 10, entonces el paciente está en un choque séptico. Este índice también puede predecir y es una utilidad muy importante para este nuevo marcador. Por supuesto, ha sido comparado con índices tradicionales médicos que incluyen pruebas de laboratorio, como el Sistema de evaluación de la aparición y evolución del Fallo Multiorgánico (SOFA), que permite decir en qué grado de afección se encuentra el paciente. También se ha comparado con la procalcitonina, la proteína C reactiva, los glóbulos blancos totales y la interleuquina 6, entre otros. (12) En muchos de estos estudios, se ha encontrado que este índice se eleva antes que el número de glóbulos blancos y la proteína C reactiva. Por lo tanto, se considera que este índice es un marcador extremadamente confiable y también se relaciona con la inflamación aguda. Por esto se considera que tiene una utilidad bastante importante en lo que serían los servicios de cuidados intensivos. También ha sido destacado en el mal pronóstico en terapia intensiva, la neumonía y en la necesidad de re-hospitalización de estos pacientes. Este índice puede ayudar a discernir si un paciente necesita ingresar a la terapia o no y cuál es el pronóstico que tiene este paciente. (14)
Conclusión.
El índice de neutrófilos/linfocitos es un biomarcador que indica inflamación y mal pronóstico en términos de mortalidad. Se puede obtener fácilmente a través de una citometría hemática completa que se realiza de manera rutinaria en pacientes. Sin embargo, aún falta establecer valores de referencia y estandarización, ya que los valores de corte varían según el padecimiento o enfermedad y se deben considerar factores que pueden influir en los valores, como enfermedades crónico-degenerativas o la obesidad. Actualmente se sabe que el índice evalúa la interacción entre la inflamación aguda y crónica a través del conteo de neutrófilos y la respuesta inmunológica adaptativa mediante el conteo de linfocitos. Por lo tanto, se considera una prueba reactante de fase aguda incluso aumentada antes que la proteína C reactiva y que puede indicar un deterioro del sistema inmunológico, incluso antes de que aparezcan signos o síntomas específicos de alguna enfermedad en particular. Aunque no existen valores de referencia únicos y estandarizados que den información en la mayoría de las enfermedades, cambios en este índice indican un mal pronóstico. Inicialmente, se utilizaban valores relativos o porcentuales de neutrófilos y linfocitos para obtener el índice, pero actualmente se recomienda usar valores absolutos obtenidos del autoanalizador hematológico en la información publicada recientemente.
Palabras clave: Índice Cociente Neutrófilos Linfocitos Biomarcador.
2023-09-18 | 13,760 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 18 Núm.1. Julio 2023 Pags. 43- 47 Rev Invest Cien Sal 2023; 18(Supl. 1)