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Las vacunas son las mejores herramientas con que contamos para hacer frente a las enfermedades
infecciosas. Las amenazas endémicas son gradualmente contenidas por los programas de vacunación y
debido a su gran importancia, desde el año 2000 existen estímulos económicos otorgados por financieras
filantrópicas como la Fundación Bill y Melinda Gates, la organización Wellcome Trust y otras, que trabajan
en mejorar el acceso a las vacunas. Pero ha sido durante la actual pandemia por SARS-CoV-2, que el
progreso de las vacunas se ha hecho evidente. El avance de las nuevas tecnologías para su producción
redujo los tiempos de investigación de años a meses para lograr nuevos prototipos. Y muchas estrategias
de diseño que tal vez hubiesen esperado más tiempo hasta probarse en seres humanos lograron ver la
luz durante la pandemia, contribuyendo de esta forma no solo a la contención del virus sino al desarrollo
de este campo. De este modo, en la actualidad disponemos principalmente de cinco tipos de vacunas
contra el COVID-19: las desarrolladas con vectores virales (Oxford/AstraZeneca, Johnson & Johnson y
SputnikV), vacunas a base virus inactivados (Sinovac, Sinopharm y CoviVac), atenuados (Codagenix),
a base de proteínas recombinantes derivadas del coronavirus (Novavax y Sanofi-GSK) y las exitosas
vacunas basadas en ARNm (Pfizer-BioNTech y Moderna).

Palabras clave: vacunas RS-CoV-2

2023-09-26   |   104 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 7 Núm.2. Abril-Junio 2021 Pags. 75-76 REM HRL 2021; 7(2)