Editorial

Fragmento

Los Sofistas, preocupados por el papel que desempeñaba el “logos”, o el poder de la palabra en el mundo humano, constataron que el lenguaje, por su propia naturaleza, es impreciso, ambiguo y metafórico en sus modos de describir el mundo real (Marrou 1998). En contraposición a esta postura, para Platón, el lenguaje era un mal necesario, un medio de expresión que distorsionaba la realidad cada vez que se utilizaba. El estudio de la comunicación ha sufrido múltiples transformaciones a través de la historia y no es sino hasta nuestro siglo, cuando finalmente se empezó a concebir como una disciplina, otorgándole carácter científico a través de sus precursores como lo fueron: Wilbur Schramm, Claude Shannon y Rogers entre otros. La comunicación humana, si efectivamente aspira a alcanzar su objetivo primordial, el de transmitir y compartir conceptos y significados entre las personas con la mayor precisión posible, deberá siempre emanar de una intencionalidad original y un profundo esfuerzo por comprender los códigos inherentes a cada una de las partes involucradas.

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2003-03-31   |   1,015 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 11 Núm.24. Julio-Septiembre 2002 Pags. 5. Rev CONAMED 2002; 7(3)