Desde su aparición en la tierra el hombre se ha preguntado acerca del porqué de su propia existencia y la de todas las formas vivas en la tierra: cuestión planteada como un desafío permanente a la inteligencia humana y que fue abordada por las más altas manifestaciones de la filosofía, la ciencia, la religión, el arte, los mitos y las tradiciones. En la actualidad se acepta una teoría basada en supuestos científicos estrictos; que en una atmósfera primigenia, bajo la influencia de los rayos ultravioleta se formaron unas moléculas orgánicas a partir de componentes inorgánicos, carbono, hidrógeno, oxígeno, para dar amoníaco, metano, etc. Mediante estudios espectrográficos de la atmósfera de estrellas se halla que el carbono existe en todas ellas como elemento aislado y, en nuestro sol, en forma de moléculas de dos átomos (dicarbono) y combinado con el nitrógeno (cianógeno); en todos los planetas se encuentran hidrocarburos y en la atmósfera de Júpiter hay amoníaco y metano. Esto significa que desde mucho antes de las formas vivas, existían en la tierra moléculas orgánicas con gigantescas posibilidades químicas de combinaciones y cambios: alargamiento de la cadena de carbonos o ruptura de enlaces; polimerización o hidrólisis; oxidación y reducción. Es decir, reacciones químicas sencillas que finalmente iban a producir una célula viva, formada de moléculas de proteínas, a su vez constituidas por cadenas de aminoácidos.
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2003-04-15 | 1,280 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 43 Núm.5. Septiembre-Octubre 2000 Pags. 173-174. Rev Fac Med UNAM 2000; 43(5)