Autor: Quijano Narezo Manuel
Se dice que en China el honor o la vergüenza de un acto realizado por alguien se le atribuyen a los ancestros, responsables de las capacidades heredadas; a diferencia de nosotros en que el honor o la vergüenza les llega de refilón a nuestros hijos. El valor de un acto reside no en las consecuencias sino en la causa, en la intención; por ejemplo, en medicina, al opinar sobre la iatrogenia, la negligencia o la mala práctica médica, se otorga prioridad en el juicio a la intención, el fundamento, la oportunidad y la realización de un acto diagnóstico o terapéutico, más que al resultado.
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2003-04-16 | 905 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 44 Núm.2. Marzo-Abril 2001 Pags. 47-48. Rev Fac Med UNAM 2001; 44(2)