La práctica médica contemporánea

Autor: Quijano Narezo Manuel

Fragmento

Los acontecimientos y las definiciones políticas, tanto personales como de grupo, que hoy parecen tener tanta importancia, en realidad son superficiales, demasiado discursivas y trascienden poco en la historia. En cambio, las ideologías, los gustos estéticos y las costumbres morales generan consecuencias más perdurables al dar un toque específico o singular a la vitalidad general, al modo de ser que comparten todos los pertenecientes a una generación y constituye lo que se puede llamar la marca de una época, que la diferencia de la anterior. Por ejemplo, las diferencias entre liberales y conservadores del siglo XIX según ellos irreconciliables, nos parecen mínimas y ambos están lejanos de nosotros; todos nos parecen característicos del siglo antepasado. Más recientemente, los revolucionarios de la primera mitad del siglo XX nos parecen muy homogéneos a pesar de sus diferencias de entonces, y también, ajenos a las modalidades de acción y pensamiento actuales. Aunque hay todavía personas muy respetables que siguen clasificando a los individuos de hoy en “de derecha” y “de izquierda”, la verdad es que las características se han ido diluyendo en las últimas dos décadas hasta casi desaparecer, aun cuando todavía se encuentren por ahí algunos “reaccionarios” y otros “progresistas” a ultranza, por su modo de juzgar ciertos acontecimientos. Pero cuando parece haber discrepancias políticas entre dos particulares, se trata más bien de diferencias en el pensar y en el sentir en cuanto a conceptos teóricos de ciencia, filosofía o ética.

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2003-04-17   |   904 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 44 Núm.4. Julio-Agosto 2001 Pags. 149-150. Rev Fac Med UNAM 2001; 44(4)