Autor: Quijano Narezo Manuel
En los años setenta del siglo XX los médicos de todo el Mundo (al menos el occidental) leyeron con atención y reaccionaron irritados ante un libro editado primeramente en inglés pero traducido rápidamente a otros idiomas, bajo el título de "Némesis médica" y escrito por Iván Ilich que vivía, a la sazón, en Cuernavaca. Iván Ilich, que acaba de morir en Viena aunque todavía se le podía considerar residente de Cuernavaca, fue un ex-religioso católico nacido en Dalmacia (después Yugoslavia) que estudió en Italia y se trasplantó a Nueva York donde trabajó muy exitosamente con la comunidad puertorriqueña y se convirtió en un sociólogo competente y humanista. En los años sesenta se trasladó a México, se instaló en Cuernavaca y fundó el Centro Intercultural de Documentación (CIDOC) que trabajó en asentamientos rurales y atrajo un buen número de antropólogos e intelectuales. Convencido de las debilidades de los sistemas de pensamiento y acción “modernos”, enfocó sus baterías contra ciertas certidumbres, consideradas “axiomas” contemporáneos: la necesidad de ser transportado automáticamente por medio de energía mecánica; la imposibilidad de aprender cualquier cosa excepto mediante procesos institucionales (la escuela) y la obtención de certificados; y la inconsecuencia de sentirse incapaz para intentar superar los pequeños males y diarios achaques a menos de ponerse en manos de los sistemas industriales médicos y farmacéuticos habituales.
Palabras clave: .
2003-05-13 | 2,785 visitas | 1 valoraciones
Vol. 46 Núm.2. Marzo-Abril 2003 Pags. 47-48. Rev Fac Med UNAM 2003; 46(2)