Autor: Quijano Narezo Manuel
Se habla ahora, para todo, de la globalización; el mundo es apenas una aldea global y todo está interrelacionado, no sólo en lo comercial y económico, sino en la tecnología, en la informática y, por supuesto en el conocimiento y la utilización de las ciencias. Hay libros dedicados por entero a la sociología de las ciencias que enfocan sus consideraciones en dos maneras: una, la apreciación de los valores de la ciencia, las necesidades de los científicos, los apoyos financieros que el Estado puede dar, los excesos y carencias y lo que opina el gran público. Otra que se refiere a los problemas sociales concretos que se producen como consecuencia de la propia ciencia, la necesidad de ciertos controles y toda clase de repercusiones en la sociedad. Puede hablarse de la sociología en la medicina y de la sociología de la medicina. La primera consistirá en aplicar las técnicas y teorías sociológicas a los problemas médicos (como se ha hecho ya con el uso de la demografía), y la segunda considera que la medicina, al igual que la familia, la religión o la economía, son dignas de un estudio sociológico para saber en qué forma afecta a la sociedad y qué características tienen la organización y el funcionamiento de los cuidados médicos. Ejemplos muy claros son lo referente al costo de los servicios públicos y privados, los esquemas de atención a padecimientos agudos o crónicos, médicos o quirúrgicos, de niños, de ancianos o de obstetricia, el empleo de otros profesionales como enfermeras y técnicos y, como extensión de esto, la competencia de otros diversos métodos de curación, como las medicinas llamadas alternativas.
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2003-07-02 | 35,702 visitas | 21 valoraciones
Vol. 42 Núm.1. Enero-Febrero 1999 Pags. 3-4. Rev Fac Med UNAM 1999; 42(1)