Confiabilidad entre observadores no experimentados de conductas de reposo-actividad de macacos cola de muñón (Macaca arctoides) en cautiverio exterior

Autores: Adame María José, Cerda Alejandro, Zubirán Paola, Páez Agraz Francisco, Santillán Doherty Ana María, Mondragón Ceballos Ricardo, Muñoz Delgado Jairo

Resumen

Las ciencias de la conducta dependen en gran medida de la percepción sensorial del observador. Recientemente el American Journal of Primatology dedicó una edición a revisar el estado actual de la investigación sobre el periodo de reposoactividad de los primates no humanos, y encontró que el registro con cámaras de alta sensibilidad es una opción no invasiva para estudiar las pautas de conducta de los grupos de primates socialmente establecidos. En los estudios cuantitativos es necesario evaluar las conductas que se observan, utilizando índices de confiabilidad interobservador. En un grupo de Macaca arctoides en cautiverio exterior se definieron cuatro de sus conductas que describen estados de reposo con pautas específicas de sueño: 0 off (fuera de cámara); 1 reposo con mioclonia; 2 reposo sin mioclonia; 3 transición y 4 vigilia. Las definiciones fueron evaluadas por tres observadores no experimentados, utilizando un registro con video del periodo nocturno en un macaco. En un primer análisis del periodo de observación se discutieron las definiciones de las conductas, y se obtuvo una definición operacional para cada una de ellas. Después de obtener datos de un video de 6 horas de reposo-actividad se aplicó la prueba Kappa de Cohen para medir su confiabilidad, con los siguientes resultados: en la conducta 0, el alfa del índice de Kappa fue de 0.943; en la 1 de 0.785; en la 2, de 0.857; en la 3 de 0.590, y en la 4 de 0.859. Los resultados se discuten con base en la confiabilidad de la observación de la conducta en estudios sistemáticos.

Palabras clave: Primates Macaca arctoides confiabilidad reposo-actividad conducta.

2003-07-22   |   2,132 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.2. Abril 2000 Pags. 16-20. Salud Ment 2000; 23(2)