Algunos aspectos etológicos de la comunicación química en ratas y ratones de laboratorio

Autores: Gutiérrez García Ana Gloria, Contreras Carlos M

Resumen

La comunicación química a través de las feromonas, es fundamental para las relaciones intraespecíficas. Estas sustancias son particularmente importantes para promover la reproducción, el apareamiento, la inhibición o el desencadenamiento del comportamiento agresivo, la identificación entre grupos y entre individuos, la organización social, el marcaje territorial y el miedo, entre otras pautas conductuales. Diversos estudios han determinado que la presencia de sustancias de naturaleza volátil en la orina de ratas, satisfacen los criterios de feromonas, en tanto que: a) tienen efectos conductuales inmediatos y no atribuibles a otro estímulo sensorial; b) son sustancias especie-específicas; c) existe mínima influencia de la experiencia; d) indican el estado social y reproductivo de quien las produce y secreta; y e) las ratas o ratones expuestos al olor de conespecíficos estresados muestran aversión por el origen del olor. El estudio de las señales químicas constituye una herramienta fundamental para investigar los aspectos morfológicos, fisiológicos y bioquímicos de los receptores olfatorios, el mecanismo para el procesamiento de la información odorífera, así como el estudio de las distintas conductas y cambios endócrinos asociados a la comunicación feromonal, todo lo cual hasta hace relativamente poco tiempo se asociaba a ciertas pautas conductuales presentes sólo en los insectos. La evidencia ha indicado con claridad que las feromonas también están presentes en los mamíferos, incluido el humano, un hecho que abre expectativas que aguardan ser exploradas para explicar pautas de comportamiento en prácticamente todas las especies de animales.

Palabras clave: feromonas sistema olfativo órgano vomeronasal olores aversivos roedores.

2003-10-27   |   6,858 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 13 Núm.3. Julio-Septiembre 2002 Pags. 189-209. Rev Biomed 2002; 13(3)