Resumen

El presente trabajo contiene una revisión sobre los diferentes puntos de acción del cirujano frente al paciente con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), bien sea con miras diagnósticas como la toma de biopsias de diferentes sitios, o terapéuticas como toracostomías, taracotomías, laparotomías, drenaje de abscesos, etc. El SIDA es una enfermedad que va en constante aumento y una de las principales manifestaciones la constituye el sarcoma de Kaposi, que puede presentarse en la piel o en órganos internos como el aparato gastrointestinal, el bazo, los pulmones y los ganglios linfáticos, donde el cirujano realiza las biopsias confirmatorias de las lesiones. Las adenopatías cervicales, tan frecuentes en estos pacientes, sólo justifican ser biopsiadas a cielo abierto cuando existe una fuerte sospecha de una enfermedad asociada (linfoma, etc.) o por el crecimiento exagerado de un ganglio. En más del 60% de los pacientes se presentan severas neumonías por gérmenes oportunistas como Pneumocistis carinii, Citomegalovirus (CMV), Cándida, Criptococo neoformans, Aspergillus, Histoplasma, Micobacterium. En muchos de estos casos es necesario hacer el diagnóstico a través de la biopsia pulmonar a cielo abierto que tiene una positividad del 88% y que está especialmente indicada en el sarcoma de Kaposi. El dolor abdominal es un síntoma frecuente en el paciente con SIDA, por lo que se consulta al cirujano, pero raramente se requiere la laparotomía (del 2 al 4%, aproximadamente), siendo las indicaciones la peritonitis por perforación intestinal secundaria a infección por CMV, obstrucción y sangrado por linfoma o sarcoma, en infecciones retroperitoneales.

Palabras clave: Inmunodeficiencia VIH infecciones oportunistas tumores (Sarcoma de Koposi)

2004-01-07   |   2,410 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 11 Núm.3. Julio-Septiembre 1996 Pags. 256-261 Rev Colomb Cir 1996; 11(3)