Uso de los fármacos en oftalmología

Autor: Ocampo Domínguez Hugo Hernán

Fragmento

Las gotas, ungüentos y otras presentaciones oftalmológicas existentes, son fármacos. Como fármacos que son, tienen sus indicaciones precisas, dosificación, contraindicaciones, efectos colaterales, etc. Si se quiere dar un buen manejo oftalmológico primario, se debe conocer lo básico de las drogas oftalmológicas. Se pueden dividir los fármacos oftalmológicos en los siguientes grupos: 1. Lubricantes 2. Vasoconstrictores 3. Antiinflamatorios no esteroides 4. Antibióticos 5. Antibióticos + esteroides 6. Antialérgicos 7. Antiglaucomatosos 8. Midriáticos y ciclopléjicos 9. Esteroides En cada uno de los grupos se revisarán los aspectos más importantes que todo médico general debe conocer, para darle un adecuado manejo a estas drogas. 1. Lubricantes. Es el medicamento “de combate” del médico general, porque se puede formular sin ningún problema cuando haya necesidad de darle algo a un paciente y no se esté seguro de la enfermedad que presenta, o la ocurrencia tan común de algunas personas que van para que “se les formule algunas goticas”. Se pueden dividir en gotas, geles y ungüentos. La diferencia de las presentaciones permite elegir según la necesidad de cada individuo: si es un paciente que sólo requiere una lubricación regular (4 veces al día, o si es el típico paciente que no sale de la consulta si no le formulan “alguito” para los ojos), se pueden utilizar gotas. Las gotas se usan desde cada media hora en casos de ojo seco severo o quemaduras, abrasiones, hasta cada 4 horas en promedio. Si el paciente requiere de una frecuencia mayor de lubricación, pero no le gusta estarse aplicando gotas cada hora, o cada dos horas, o si se necesita una gota que haga mayor efecto de película sobre el ojo, están los geles, cuyo efecto indeseable más común, es la visión borrosa temporal. Por último, están los ungüentos, que se utilizan sólo en las noches, como los petrolatos, que por efecto mecánico de su composición, hacen una película que lubrica al ojo con excelencia, pero producen una visión totalmente borrosa; por eso no se usan de día, o por lo menos, mientras esté despierto.

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2004-04-03   |   3,532 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 33 Núm.1. Enero-Marzo 2002 Pags. 33-37 Colomb Med 2002; 33(1)