Fragmento

Es inútil repetir que el rasgo más sobresaliente de la segunda mitad de siglo ha sido el desarrollo de la ciencia y la técnica; pero hay que decir también que eso ha penetrado todas las esferas de la vida social, que han cambiado arraigadas concepciones sobre el mundo y el hombre mismo. Por ejemplo, la creciente robotización de la que tanto se enorgullece Japón y otros países, genera dudas sobre lo que ocurrirá con los trabajadores, punto que ha surgido –entre muchos- ahora que se torna un problema candente la suerte de millones de mexicanos emigrados. Y veremos después que, inclusive, atañe a la práctica de la medicina. Desde el siglo XIX cuando se inició el maquinismo se planteó la posibilidad del desempleo y es posible que la automatización sea sólo una nueva manera de llamar al mismo proceso. Pero probablemente hay una diferencia cualitativa, más importante. La revolución tecnológica actual crea máquinas programadas y una teoría de dirección o de gestión, la cibernética, que se auto-incrementa. De hecho, se ha extendido desde el ámbito de la producción tradicional, a la esfera “improductiva” de lo que se llama servicios: el comercio, los sistemas financieros y el aparado estatal.

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2004-05-18   |   5,949 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 40 Núm.5. Septiembre-Octubre 1997 Pags. 165-166. Rev Fac Med UNAM 1997; 40(5)