Fragmento

El ámbito y las características de las cuestiones a las que la humanidad debe dar respuesta en los tiempos actuales se amplían constantemente hasta alcanzar las dimensiones del planeta: no sólo se trata de cuestiones económicas o de intercambio comercial; no sólo de las migraciones de población trabajadora, de estudiantes, de turistas o de refugiados; no sólo de desastres naturales como terremotos, sequías, inundaciones o epidemias; ni de adelantos tecnológicos que son semejantes o aplicables a todo el mundo. Se trata de que la información toda, incluyendo la cultural y la científica, llega a los sitios más recónditos en cuestión de segundos, minutos u horas y plantea problemas o soluciones que afectan al planeta entero. Es lo que se ha llamado la globalización. Si de algo se siente orgullosa la humanidad es de los progresos científicos y técnicos de la segunda mitad del siglo, que van desde la exploración de fracciones submoleculares del protoplasma celular hasta el espacio extraterrestre, con resultados que producen vértigo como ver un hombre caminando en la Luna. No tan orgullosa estará la humanidad en lo referente a otras búsquedas, como mejorar la vida de todos o siquiera de la mayoría, como liberar al hombre de sus preocupaciones de alimentación, salud, vivienda, seguridad y empleo. Vamos, ni siquiera se enorgullecerá de sus programas de educación aunque se han extendido, pues falta todavía mucho por lograr.

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2004-05-20   |   2,891 visitas   |   Evalua este artículo 1 valoraciones

Vol. 40 Núm.3. Mayo-Junio 1997 Pags. 87-88 Rev Fac Med UNAM 1997; 40(3)