La singularidad de los médicos.

¿Cómo compaginar el liderazgo con el servicio? 

Autor: Peña Garza Beatriz

Fragmento

A través de toda la historia de las sociedades pocos son los profesionistas que tienen tanta aceptación y reconocimiento como el médico. Esta aceptación por parte de la sociedad es un reconocimiento por la labor desempeñada, a lo que acompaña, en gran parte, el sacrificio que hace de su tiempo para prepararse. El atributo que la sociedad les concede es casi mágico, por el hecho de amalgamar en una sola acción, los conocimientos, la intuición y la experiencia. Para la mayoría de las carreras universitarias, la duración del plan de estudios es de cuatro a cinco años, generalmente los dos últimos semestres son seminarios de tesis; el estudiante de medicina después de su 4o. año, tiene un año de internado y después un año más de servicio social. Esta preparación es la de los médicos generales, pues una especialización, de las llamadas troncales, esto es cirugía general, medicina interna, obstetricia o pediatría, requiere tres años más y todavía más años para especialidades como la cardiología o la gastroenterología. Con el actual plan de estudios de las escuelas de medicina se busca formar un profesional capaz de planear acciones de prevención y atención de la salud, y resolver problemas relacionados con ella, en particular los más frecuentes. En cuanto a las especializaciones, según sea la política de la salud, se busca inculcar al médico el interés y la importancia por resolver problemas de las mayorías o se propicia que el interés de los estudiantes vaya en el sentido de las super especializaciones para formar los cuadros de los centros hospitalarios de tercer nivel. Si bien esta polémica ha sido motivo de varios artículos que apoyan cada una de estas corrientes, no es lo que se quiere enfatizar aquí.

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2004-05-20   |   621 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 40 Núm.3. Mayo-Junio 1997 Pags. 106-107 Rev Fac Med UNAM 1997; 40(3)