Hija de madre fumadora

Autor: Mañé Garzón Fernando

Fragmento

En 983 atendí a una recién nacida que pesó 1,800 gramos, con una edad gestacional de 40 semanas, tanto por la amenorrea materna como por el examen somático. La única causa que tenía para ser pequeña era que la madre, de excelente nivel socioeconómico y cultural, era una fumadora empedernida. Fumó durante el embarazo entre veinte y treinta cigarrillos diarios. El examen de la pequeña fue totalmente normal para la edad gestacional, salvo su peso. Vivaz e inquieta, mostró desde las primeras horas de vida un hambre permanente que obligó a alimentarla con leche modificada casi de inmediato. Devoraba mamaderas de 80, luego de 100, 150 y 200 centímetros cúbicos en forma casi imposible de creer. Pocas horas después de una copiosa lactada su llanto estridente (nunca oí mejor el llanto por hambre) reclamaba su ración, que diligentes las enfermeras le proporcionaban ya divertidas con la exigente y minúscula nenita. Nunca bajó de peso. Al tercer día pesó 200 gramos más que al nacer; a la primera semana había aumentado 800 gramos y a la segunda 1.200 gramos, completando su dotación ponderal a su completa satisfacción al mes con 3.800 gramos. ¡Aumentó dos kilos en un mes!

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2004-05-20   |   890 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 75 Núm.1. Enero-Marzo 2004 Pags. 72-73 Arch Pediatr Urug 2004; 75(1)