Los factores de riesgo para la isquemia silente del miocardio

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La prevalencia estimada de la isquemia silente del miocardio en los pacientes asintomáticos (isquemia silente del tipo I) varía desde el 0,5% hasta más del 15% en dependencia de la edad del paciente y el criterio de diagnóstico utilizado. En comparación con las personas no isquémicas, las del tipo I tienen un riesgo más elevado de 3 a 5 pliegues de progresión para presentar enfermedades sintomáticas de la arteria coronaria y muertes cardíacas. Katzel, et al. determinaron si los factores de riesgo para las enfermedades de la arteria coronaria se podrían utilizar para identificar a los pacientes con probabilidades de tener isquemia silente del miocardio en una prueba de ejercicio. El grupo de estudio incluía a 255 hombres y 56 mujeres sin una historia clínica de enfermedades de la arteria coronaria. Estos pacientes se sometieron a pruebas de ejercicios máximos con evaluación electrocardiográfica (ECG) y una exploración tomográfica computadorizada de talio. Se determinó la obesidad abdominal por medio de la masa corporal y la proporción cadera-cintura. También se determinaron los perfiles de lípidos y los niveles de glucosa sanguínea. Un total adicional de 108 hombres y 24 mujeres con enfermedades reconocidas de la arteria coronaria abierta conformaron un grupo de referencia. El 31% de los hombres presentaron una prueba positiva del ECG o una exploración positiva del talio, pero no ambas. En el 16% de los hombres, ambas pruebas fueron positivas, lo cual indicaba la presencia de la isquemia silente del miocardio. La prevalencia de ésta aumentó de acuerdo con la edad desde el 6 % en los hombres menores de 55 años y hasta el 18% en los con edades entre 55 y los 70 años y en un 25 % en los hombres con edades entre los 70 años y más. El 25% de las mujeres presentaron una prueba positiva simple, y se identificó al 4% como pacientes de la isquemia silente. Los hombres con isquemia silente del miocardio presentaron una masa corporal más elevada, una proporción mayor de cintura-cadera y niveles más elevados de triglicéridos en comparación con los hombres que no tenían isquemia. También, hubo un descenso lineal en las concentraciones de colesterol de la lipoproteína de alta densidad de los valores entre los hombres sin isquemia silente del miocardio en comparación con los valores entre los que sí presentaban esta enfermedad. Las mujeres con una única prueba positiva eran de más edad, presentaban proporciones más elevadas de cadera-cintura y tenían menores concentraciones de colesterol de la lipoproteína de alta densidad que aquéllas cuyos resultados de la exploración y del ECG fueron normales. Los autores llegaron a la conclusión de que en las personas aparentemente saludables, los factores de riesgo conocidos para la enfermedad de la arteria coronaria -edad, sexo masculino, obesidad abdominal y niveles reducidos de concentración de colesterol de la lipoproteína de alta densidad- se pueden utilizar para calcular la probabilidad de la isquemia silente del miocardio inducida por ejercicio. El significado de un ejercicio positivo de ECG y una exploración negativa de talio es variable y requiere de un estudio posterior. Fuente: American Journal of Cardiology 1994;74:869.

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2004-07-14   |   3,177 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.2. Abril-Junio 1996 Pags. Rev Cubana Med Gen Integr 1996; 12(2)