Editorial

Autor: Grego Samra Elías

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En la Cd. de Lima Perú durante el mes de mayo se llevó a cabo la reunión anual de la Federación Odontológica Latinoamericana (FOLA), nuestro presidente Dr. Armando Hernández Ramírez tuvo la atinada acción ante la organización para que tuviéramos voz y voto dentro de ella. Curiosamente habíamos quedado fuera cuando se integró NARO que es la organización norteamericana de odontólogos hace 10 años. La única exclusión que tendrá México es con la FDI cuando se tuviere que votar por la región, es importante mencionar que después de haber liderado la organización no hayamos podido haber peleado un poco más para proteger los intereses propios junto a los latinoamericanos, No cabe duda que nuestro presidente de ADM en el proceso organizacional ha tenido acciones tan importantes como ésta, y como dirían los Regios (aunque es de la Cd. de León Gto.) “¡Sí se puede! y más si se le echan ganas. Accidentalmente me encontré con un colega y buen amigo, mientras platicábamos sobre lo que está pasando en los consultorios, que parece ser algo difícil, pues los pacientes ya no acuden con la asiduidad acostumbrada y lo que llamó nuestra atención fue que ya casi no vienen pacientes de los demás estados de la república, antes venía mucha gente del Edo. de México, Veracruz, Puebla y otros estados, ahora ya no llega nadie. Este cambio invita a la reflexión; hasta los años 80 no había programas importantes por parte de la Secretaría de Salud, por otro lado, la producción de especialistas era muy escasa, haciendo que las personas los buscaran en los grandes centros urbanos como el D.F., Guadalajara, Monte-rrey y Puebla. Hoy con más de 70 escuelas de Odontología en el país y con una gran cantidad de escuelas facultadas o no de especialistas, la búsqueda del servicio “especial” se hace localmente. Debe de reconocerse que la estética que los medios masivos de comunicación tanto pregonan también ha jugado un papel muy relevante, hoy en día la apariencia es algo sumamente importante, dientes blancos y más blancos no se pueden tener en una boca que no es aseada. Ante esta situación debemos de ir un poco más allá y pensar que la gente ya no acude a la consulta porque está mejor y que las acciones de la población son buenas. Aunque, si esto está ocurriendo por lo golpeado de la situación económica ya sería “otro cantar”. Lo que sí queda claro es que ya son muchísimas las escuelas de odontología y lo que es sumamente grave es que en lo que se vislumbra no exista una instancia, como quiera que se llame que regule esta sobresaturación de profesionales que no pueden encontrar acomodo en los servicios de salud públicos o privados. Se requiere, para poder vivir bien, presentar fórmulas para que verdaderamente sanemos a la población y si ya lo hicimos pues “misión cumplida y a otra cosa mariposa” Dr. Elías Grego Samra Editor

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2004-07-16   |   628 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 61 Núm.4. Julio-Agosto 2004 Pags. 124 Rev ADM 2004; LXI(4)