Fragmento

Desde los trabajos de Hogben (1) que utiliza un batracio, el Xenopus Laevis Daudin, para el diagnóstico precoz del embarazo, inyectando orina de embarazada; los más recientes de Galli Mainini (2) en Argentina, usando el Bufo Arenarum; los de Ramírez Olivilla, Benach y Martell en Cuba (3), en la Rana Toro; los de Wiltberger y Miller (4) en Norteamérica en la Rana Pipians, nos hicieron pensar que en nuestro medio debía existir un batracio que respondiera de manera semejante, a los antes citados, con excepción del sapo de garras usado por Hogben, que se encuentra solamente en Sudáfrica. Nuestras primeras experiencias (*) fueron llevadas a cabo con diversas variedades de ranas machos y los resultados fueron irregulares, unos negativos, otros positivos, y en varias ocasiones murieron los animales después de la inyección. Los fracasos obtenidos los atribuimos a que en algunas de las variedades, los caracteres sexuales secundarios no son muy aparentes y se prestan a confusiones y, otras veces, al poco peso del animal -25 gramos- que no tolera grandes cantidades de orina. Al final encontramos la rana Montezumae con la que hemos estado trabajando (**).

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2004-07-21   |   2,003 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 72 Núm.1. Enero 2004 Pags. 47-49 Ginecol Obstet Méx 2004; 72(1)