Fragmento

La mandíbula humana se conecta al cráneo mediante dos articulaciones temporomandibulares. Las superficies de estas articulaciones son altamente incongruentes, lo que ocasiona una gran movilidad del cóndilo mandibular con respecto al cráneo. Entre las superficies articulares se sitúa el disco que disminuye la presión de contacto e incrementa el área de contacto entre las superficies articulares, igual que el menisco en la articulación de la rodilla. En esta articulación se da tanto un movimiento de traslación a través de la superficie del hueso temporal, como una rotación del cóndilo mandibular que facilita la apertura de la boca. Estudios experimentales y analíticos han demostrado que la articulación temporomandibular se carga durante la masticación. El desarrollo y degeneración de los tejidos y su sobrecarga, originadas por parafunciones como el bruxismo, están supuestamente influenciadas por estas cargas. Sin embargo, todavía faltan datos detallados de la distribución de las cargas, lo que significa que las principales causas de los procesos mencionados anteriormente no pueden ser comprendidos del todo. Algunas de las patologías más frecuentes asociadas con esta articulación son las derivadas de un desplazamiento anterior del disco sobre el cóndilo mandibular, que ocasiona chasquidos, dolores de cabeza, dolores de oído, rigidez de los músculos de la masticación.

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2004-08-25   |   1,876 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 3 Núm.2. Septiembre 2004 Pags. 19-23 Dol Clin Ter 2004; III(2)