Fragmento

No queremos presentar éste como una historia clínica sino considerar algunos aspectos que acarreó el estudio del enfermo. Es un individuo del campo mexicano, pobre, que actualmente cuenta 22 años y quien achaca sus males a que hace 7 años se cayó de un árbol, de una altura aproximada de 3 metros. Estuvo en cama porque no podía caminar y le vinieron fiebres. Se le abrieron varias fístulas en las caras internas y anterior del muslo derecho e insiste en que le dolía muy poco. Fue visto por muchos médicos en su pueblo, en Toluca y aquí en la ciudad de México. Nunca le tomaron radiografías y aunque lo llevaron a los grandes hospitales oficiales sólo le prescribían momentáneamente algo para el dolor el que él insistía no era muy grande y que no estaba allí para que lo inyectaran para eso. Hace un poco más de 2 años lo atendí (LZ) por recomendación de otro médico quien tiene una casa de descanso cerca del pueblo donde habita esta familia. Caminaba con dificultad y al examinarlo se encontró una cifosis acentuada lumbosacra y una fístula lumbar derecha. Al tomar radiografías se encontró una imagen muy poco frecuente. Una gran calcificación que salía de la columna invadía la pelvis y se consideró como un absceso tuberculoso calcificado. (Recuérdense las fístulas que se habían abierto y cerrado en el muslo (abscesos osifluentes).

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2004-09-15   |   3,061 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 47 Núm.5. Septiembre-Octubre 2004 Pags. 218-219 Rev Fac Med UNAM 2004; 47(5)