Completo

Aquí en las manos tiene usted el primer número del volumen LIII de nuestra Revista ADM. Hemos hecho algunos cambios para que sea de mayor beneficio a los lectores y estudiosos de la Odontología, incorporamos la sección de OPINIÓN, que es un espacio abierto y sin censura para aquellos que desean expresarse, en la Revista ADM somos firmes creyentes de la libertad de expresión y sabemos que hay verdades que duelen y lo hacen por no haber cumplido con la parte correspondiente, aún así, es la forma más civilizada de manifestación con la que se cuenta, por lo cual aquí invitamos a que participen en ella. Abrimos la sección DOCUMENTO ODONTOLÓGICO donde se presentarán las contribuciones principalmente gráficas de cómo son las estructuras con las que estamos relacionados cotidianamente para actualizar de esta manera a nuestro gremio. Hemos actualizado e incrementado a nuestro equipo de revisores, este grupo de profesionales en verdad trabaja con los artículos que nos envían para ofrecer al lector literatura profesional original y sobre todo confiable. Los cambios dados son un esfuerzo para hacer de nuestra revista un medio más atractivo y actual concordante con el tiempo y requerimientos de la vida contemporánea. No quiero terminar este editorial sin antes compartir la siguiente reflexión: Las crisis suelen definirse en económicas, políticas o sociales y a nuestro país le toca desde 1994 a la fecha lo que se dice vulgarmente “toda la enchilada”, de continuar así se va a hechar a perder, la consecuencia es que algunos, sic. habrán succionado al país con gentes y contenidos y vendrá un colapso total; mexicanos orgullosos y entregados hemos puesto fe y trabajo para sacarlo delante de una u otra manera y nos preocupa que decisiones precipitadas para resolver el problema actual comprometan aún más el futuro. Es bien conocido que un analgésico nos puede quitar el dolor momentáneamente y requeriremos de otro y otro pero esto no hará desaparecer la causa de la enfermedad, teniendo esto presente es indispensable que nuestros gobernantes identifiquen y diagnostiquen ya la enfermedad y pueda ser tratada antes que desidia y dejadez la hagan irreversible y de graves consecuencias, puede ser que de principio duela más pero ya resolverla de manera definitiva, con el firme compromiso de que de eso jamás nunca volvamos a enfermar. Elías Grego Samra Editor

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2004-09-24   |   560 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 53 Núm.1. Enero-Febrero 1996 Pags. 7 Rev ADM 1996; LIII(1)