Geografía de la salud

Autor: Iñiguez Rojas Luisa

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En la segunda mitad de la década del noventa, se asiste a un renovado interés por el lugar, componente tradicional de la epidemiología, y especialmente por los mapas. En el contexto latinoamericano, diferentes grupos e instituciones -en varios casos sin la participación de geógrafos- privilegian la localización, la distribución espacial y territorial, tanto en los análisis de enfermedades de alta prioridad, emergentes, o reemergentes, como en los procesos de descentralización de la administración sectorial, en nuestro caso del sector salud. Paralelamente, el desarrollo de tecnologías de procesamiento y análisis automatizado de bases de datos georeferenciados, impulsa el uso de la cartografía automatizada y de los sistemas de información geográfica en salud. La conciencia acerca de la drástica ampliación de las desigualdades e inequidades sociales y sanitarias de las poblaciones latinoamericanas, y la paulatina incorporación de enfoques emanados de la medicina social y de la salud colectiva, completan el contexto favorable para el protagonismo de la localización, la distribución, la diferenciación espacial y territorial, orientado por nuevos objetivos prioritarios: la estratificación la tipificación o la focalización espacial de problemas y necesidades en salud. Debe destacarse la contribución permanente de la OPS en el fomento de estos esfuerzos, entre los cuales se hallan el desarrollo de los sistema locales de salud (SILOS) y el Programa Especial de Análisis de Salud (SHA). Hace aproximadamente dos décadas se inició en nuestro país, la aproximación de los geógrafos al tema de la salud humana. Motivó este interés el desarrollo de esta dirección en el quehacer geográfico, tanto en la Unión Soviética, como dentro de la Unión Geográfica Internacional. Con no pocas dificultades y con el apoyo de varios sanitaristas importantes del país, avanzó la presencia, hasta entonces virtualmente inexistente de los geógrafos, en las investigaciones sobre la espacialidad de entidades nosológicas de interés nacional. Eran antecedentes de estos enfoques, la historia inédita de más de un siglo, escrita por médicos cubanos que exploraron el lugar como componente de análisis de problemas de salud y de la organización de los servicios de atención a la salud, en especial los trabajos sobre entidades infecciosas transmisibles como la fiebre amarilla, la malaria, el cólera y la tuberculosis. Sin restar importancia a la clínica, al agente patógeno, o al vector, se aplicaron enfoques de totalidad, que hoy pueden asombrarnos, por conjugar componentes naturales, climatológicos, meteorológicos, topográficos, con los de índole social, demográfico e higiénico-sanitario. Estas aproximaciones se calificarían hoy como genuinos enfoques ambientales integrados del proceso salud-enfermedad, y sin dudas la lista de autores está por derecho propio encabezada por el doctor Carlos J. Finlay. El interés por el significado del lugar es evidente entre los médicos que ejercieron la medicina rural, y que contribuyeron a la organización de nuestro sistema de salud después del triunfo de la Revolución, y aunque documentado en escasas publicaciones, las características de las personas en los lugares y los lugares en los cuales estas desarrollaban sus actividades cotidianas o esporádicas, eran atendidas con especial detalle. Actualmente se aprecian en Cuba notables progresos en la aplicación de enfoques geográficos en los programas de control de enfermedades transmisibles, y en la vigilancia en salud, así como en la progresiva incorporación de este profesional, en unidades operativas como la Unidad de Análisis de Tendencias de Salud, o en institutos de investigación del Ministerio de Salud Pública. A pesar de los progresos, algunos se cuestionan la existencia de una dirección de trabajo denominada Geografía de la Salud en nuestro país. En el mes de abril del presente año, el Centro de Estudios de Salud y Bienestar Humanos de la Universidad de La Habana convocó a un seminario taller, auspiciado por la Representación de la Organización Panamericana de la Salud, la Escuela Nacional de Salud Pública y la Revista Cubana de Salud Pública. Fueron objetivos de esta reunión: promover reflexiones sobre los fundamentos teóricos-metodológicos de los abordajes geográficos aplicados al sector salud; fomentar el intercambio de experiencias en diferentes instancias territoriales, centros de investigación, docencia y servicios con visión intersectorial, sobre las relaciones entre lugar y salud; y explorar los avances y limitaciones para la aplicación de recursos técnico-operacionales en los análisis espaciales de problemas de salud y de la racionalidad de componentes de los sistemas de salud. Participaron 40 expertos de 25 instituciones del país. En las conclusiones del evento fue solicitada la publicación en la Revista Cubana de Salud Pública del documento central* y de las ponencias sobre temas concurrentes, presentadas a reflexión y debate. Posteriormente el Consejo de Redacción de la revista consideró de interés dedicar un número, al tema de las relaciones entre geografía-lugar-territorio-espacio, mapas y salud-salud pública. Esperamos que el presente material, aporte nuevos conocimientos y sea incentivo para que los lectores profundicen en las relaciones entre la geografía y la salud. Es necesario avanzar en la indispensable articulación entre la geografía de las enfermedades, de las muertes y de tantos otros problemas de salud, con la geografía de los sistemas de salud, y de la totalidad de los sistemas sectoriales, encaminados a proteger los espacios de la vida humana. Luisa Íñiguez Rojas

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2004-10-12   |   4,731 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 29 Núm.4. Octubre-Diciembre 2003 Pags. 293-294 Rev Cubana Salud Pública 2003; 29(4)