Completo

Todos los que hemos desarrollado un protocolo de in-vestigación (clínica o básica), sabemos que uno de los primeros puntos a desarrollar es la búsqueda de la bibliografía que arme nuestro marco de referencia. Nos hemos acostumbrado a que las referencias bibliográficas de nuestros trabajos provengan casi exclusivamente de revistas extranjeras; en los últimos 5 años, en nuestra revista fueron publicados 406 artículos que citan 7,596 referencias, dando un alentador promedio de 18.7 referencias por artículo; de éstas, 7,172 provienen de revistas estadounidenses o europeas, correspondiendo al 94.4%, lo cual deja un restante 5.6% de citas de revistas latinoamericanas; si nos limitamos a revistas mexicanas el número de citas disminuye a 346 (4.55%). Sobre las citas de trabajos publicados en nuestra revista, hasta pena debe darnos reconocer que fueron solamente 142, correspondiendo a un triste y penoso 1.87%. Si analizamos por trabajos publicados, en solamente 20.7% se citó bibliografía de nuestra revista. Esto me lleva a dos conclusiones: o no creemos en nuestros paisanos, o nos corroe la envidia porque uno de nuestros amigos, conocidos o desconocidos colegas publique su experiencia, y ni pensar en citarlo. Algunos podrán argumentar que en nuestra revista el control de calidad ha sido bajo o inclusive nulo y se han llegado a publicar trabajos de poca credibilidad o pobre metodología. Actualmente la administración editorial de la revista tiene altos objetivos, por lo cual TODOS los trabajos que llegan pretendiendo ser publicados, pasan por un proceso editorial que incluye revisión de forma por parte de colegas nuestros, maestros en ciencias o epidemiología y revisión de fondo por pares (un igual al autor, experto en el tema). Viéndolo desde un punto de vista pragmático, si tenemos presente la bibliografía nacional aumentamos la posibilidad de que seamos tomados en cuenta por otros autores; esto nos beneficia directamente, ya que un parámetro con valor curricular es el “citation index”, que es el número de veces que hemos sido citados como referencia. No es mi intención, en aras de un espíritu nacionalista, afirmar que estamos obligados a citar bibliografía local, pues existen temas sobre los cuales podría no haber nada publicado en nuestra revista, pero sí quisiera sembrar la inquietud y recordarnos que no debemos dejar de mirar hacia adentro, donde también hay gente valiosa, honesta y trabajadora. Agradecimientos: A Gerardo Monroy por su ayuda en la obtención de la estadística. Eric J. Harb Co-Editor

Palabras clave:

2004-10-14   |   855 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 18 Núm.3. Mayo-Junio 2004 Pags. 81 Acta Ortop Mexicana 2004; 18(3)