Editorial

Autor: Castelazo Morales Ernesto

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Como se ha comentado en este mismo espacio de ediciones anteriores de GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA DE MÉXICO, los cánceres de la mujer son un hecho preocupante, al igual que el resto de los padecimientos que la aquejan. Los tumores, en general, son un diagnóstico difícil de comunicar y no siempre fácil de tratar. El lector frecuente de la revista advertirá que los tumores y los cánceres de mama y vaginal son tema constante motivo de investigación en prácticamente todos los hospitales de la República Mexicana, reflejo de que el problema no ha dejado de aumentar en incidencia y de que es necesario impulsar entre todos nosotros el estudio y la actualización de conocimientos sobre el particular. Está por demás demostrado que la identificación temprana de los factores de riesgo para los cánceres de la mujer influye favorablemente en su pronóstico, al igual que el diagnóstico y el tratamiento oportunos. Las opciones de tratamiento que hoy existen, en particular para el cáncer de mama, han aumentado en forma muy importante la supervivencia. Pero nuestra apuesta como ginecólogos no debe ser la de hacerles vivir más años después de un diagnóstico de cáncer, sino prevenir que éste se desarrolle más allá de los límites donde es difícil su manejo. En este número se incluye un interesante artículo original dedicado al análisis de los factores de riesgo hormonal durante la promoción, progresión y pronóstico tumoral mamario. Sus autores concluyen que los factores de riesgo de mal pronóstico son la menarquia temprana, la ausencia de partos, la falta de lactancia, la menopausia tardía, el primer embarazo después de los 30 años y los antecedentes familiares. Como fácilmente se advierte, existen aspectos en los que los ginecólogos podemos influir, sobre todo en la información amplia y oportuna a nuestras pacientes para que reduzcan sus factores de riesgo. En otro artículo de la revista puede encontrarse un punto de coincidencia. Se alude a la relación entre la obesidad y el cáncer de mama, más frecuente entre las mujeres obesas. En la sección que recuerda a nuestros maestros hace 55 años, se incluye la reproducción de un texto de William P Bradburin, traducido por el doctor Alfredo López de Nava, de muy grata memoria, a propósito de la uterosalpingografía. A los interesados en la esterilidad de la mujer les resultará una lectura grata pues, a través de ella, podrá más fácilmente valorarse lo que se ha conseguido en el transcurso de los últimos 55 años. Dr. Ernesto Castelazo Morales

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2004-11-16   |   1,747 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 72 Núm.11. Noviembre 2004 Pags. 543 Ginecol Obstet Méx 2004; 72(11)