Leucemia mieloide crónica.

Interferón vs transplante de médula ósea 

Autor: Flores Chapa José de Diego

Fragmento

La leucemia mieloide crónica (LMC) es un trastorno mieloproliferativo, que se caracteriza por tener un curso clínico trifásico, en el cual pasa de una fase crónica benigna a una transformación de acelerada a fase blástica. Este resulta de una expansión o transformación de las células progenitoras hematopoyéticas. A escala molecular, la LMC se caracteriza por la fusión del gene bcr-abl, de la cual resulta la translocación recíproca entre los cromosomas 9 y 22: t(9;22)(q34;11), creando el cromosoma Filadelfia (Ph) y el producto del cual la p210BCR-ABL, una cinasa de tirosina, que permite a las células hematopoyéticas proliferación excesiva, resistencia a la apoptosis fisiológica y resistencia a la quimioterapia. El pronóstico de los pacientes con LMC ha evolucionado, de acuerdo a los programas de manejo: en 1856 se manejaba con arsenicales, la radiación del bazo, empleada de 1900 a 1950, incrementó la supervivencia y la aparición del busulfan (BU) ocupó su lugar al mejorar la supervivencia de los pacientes. En los años 70s aparece la hidroxiurea (HU), siendo preferida al BU por la fibrosis pulmonar y aplasias medulares que produce este último.

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2004-11-19   |   2,593 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 136 Núm.2. Julio-Agosto 2000 Pags. 31-34 Gac Méd Méx 2000; 136(Supl. 2)