Cartas al editor

Fragmento

Señor editor: El artículo titulado: “Preeclampsia-eclampsia: Un problema médico diferido” me pareció adecuado, excepto, por tres aspectos: 1. Me parecieron muy “jalados de los pelos” los cinco aspectos con cierto paralelismo entre el centenario de la toma de la colina de "San Juan" en Cuba y la historia de la toxemia gravídica; o sea, yo no encuentro ningún paralelismo: a. El que el Coronel Leonard Wood haya sido médico cirujano y el que la atención de la precelampsia haya sido del dominio del médico ginecobstetra me parece sólo meramente circunstancial y, lo segundo, restringido quizá sólo al Hospital Juárez de México o a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Ginecobstetricia número 2 del Centro Médico Nacional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Parte de los fundadores de la Academia Nacional de Medicina en el siglo pasado fueron franceses que les tocó estar en Méjico con motivo del malogrado II Imperio y, por otra parte, en el Hospital del IMSS donde trabajo, la atención de la preeclampsia no es del dominio exclusivo del ginecobstetra si no que, por el contrario, éstos especialistas tratan de “deshacerse” de éste tipo de pacientes lo más pronto posible para que los que laboramos en la Unidad de Cuidados Intensivos nos hagamos cargo de la atención de éste tipo de casos.

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2004-11-19   |   1,108 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 135 Núm.6. Noviembre-Diciembre 1999 Pags. 677-678 Gac Méd Méx 1999; 135(6)