El cabello de Beethoven

Autor: Lifshitz Guinzberg Alberto

Fragmento

Hasta los que conocen poco de la vida de Beethoven saben que el atributo de ‘paciente’ se le aplica más en su acepción de ‘padeciente’ que en la de ‘quien tiene paciencia’. En efecto, parece que era bastante intolerante y malhumorado, pero fue un enfermo durante buena parte de su vida. Ambos atributos, el de padeciente y el de impaciente, se ilustran en el hecho de que tuvo quince médicos sucesivos, los cuales, como es de suponerse, nunca estuvieron de acuerdo. La enfermedad de Beethoven, incluida su muy conocida sordera, ha fascinado en retrospectiva a muchos estudiosos de la medicina y de la música y, al igual que ha ocurrido con otros personajes notables como Mozart y Napoleón, ha habido varios intentos de interpretación diagnóstica a partir de los síntomas que se descubren en los documentos y en los testimonios. En el caso de Beethoven hay incluso una descripción de sus órganos en la necropsia, aunque por el estado de los conocimientos de patología en la época, no se estableció un diagnóstico congruente con la nosología de nuestra época. Además de la sordera progresiva, tenía litiasis renal múltiple y un hígado nodular, duro y reducido de tamaño, con lo cual uno pensaría en una cirrosis, si bien no hay indicios de que fuera alcohólico, aunque disfrutaba de las bebidas como casi cualquier ciudadano europeo de entonces. Sus síntomas incluyeron cambios súbitos en el estado de ánimo con una clara tendencia a la depresión, cefalea, fiebre frecuente, ictericia intermitente, edema y ascitis que ameritó varias paracentesis.

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2004-12-14   |   3,395 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 18 Núm.2. Marzo-Abril 2002 Pags. 114-115 Med Int Mex 2002; 18(2)