Responsabilidad civil objetiva en medicina

Autor: Marín González Juan Carlos

Fragmento

Muy buenos días, en primer lugar agradezco a todos ustedes su presencia en esta mañana del día viernes, comprendo que muchas veces no es fácil llegar a este tipo de eventos y por lo tanto valoro sobremanera la presencia de ustedes esta mañana. Deseo también expresar mis agradecimientos a la CONAMED por haber tenido la gentileza de invitarme a platicar con ustedes sobre temas que son de mi agrado y sobre los cuales me gusta discutir y conversar. Especialmente deseo dar las gracias al licenciado, tal vez ya mi amigo, Agustín Ramírez por esta oportunidad. Como lo podrán notar en mi acento, yo soy del sur de México, soy de Chile, pero mi señora es mexicana de aquí del DF y ya me habían advertido que cuando uno se casaba con una «chilanga», las posibilidades de retornar al país natural de uno eran mínimas y aquí estamos. Hace 3 años que soy profesor de tiempo completo en el Instituto Tecnológico Autónomo de México y me he dedicado estos tres años a trabajar el tema de la responsabilidad civil en el Derecho Mexicano. Dicho esto, y para entrar en materia me gustaría contarles una pequeña historia con la que se suelen iniciar los cursos de responsabilidad civil.

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2005-02-18   |   1,002 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 14 Núm.34. Enero-Marzo 2005 Pags. 33-36 Rev CONAMED 2005; 10(1)