Discurso de apertura del XXXIX Congreso de la Academia Nacional de Medicina de México en la ciudad de Guanajuato, Gto., México

Autor: Uribe Esquivel Misael

Fragmento

El primer pensamiento que emana de los académicos la noche de hoy, es el agradecimiento a esta hermosa tierra que generó nuestra independencia, que dio luz a hombres y mujeres que han hecho de este estado un orgullo para nuestro país y que dota de un marco único la realización del Trigésimo Noveno (XXXIX) Congreso Médico de la centenaria Academia Nacional de Medicina. La Academia más antigua de América y la única con trabajo ininterrumpido durante 142 años, ha sido cuna de la medicina científica de este país del que han surgido grandes clínicos, investigadores, rectores, directores de facultades y Secretarios de Salud como nuestro amigo el actual secretario Dr. Julio Frenk Mora. Academia que conciente de sus responsabilidad social y su origen médico solidario, viene sin pretensiones a este estado, para el encuentro del gremio médico que es el soporte de la profesión. Viene a compartir pero también a aprender, a proponer, así como a recibir peticiones y sugerencias; viene en su función de escudo y vanguardia del gremio de nuestra profesión, la medicina.

Palabras clave: Congreso grandes clínicos investigadores rectores directores de facultades y Secretarios de Salud.

2005-08-08   |   2,380 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 141 Núm.3. Mayo-Junio 2005 Pags. 251-252 Gac Méd Méx 2005; 141(3)