Fragmento

Una costumbre muy difundida entre horticultores y aficionados a cultivar plantas de ornato es no regar mientras el sol esté en lo alto, pues se tiene la idea que las gotas de agua podrían actuar como una lente y producir quemaduras en los tejidos de la planta. El estadounidense Leo Pickoff, en 1998, observó que en el campo, después de un buen aguacero, salía un sol esplendoroso y no les pasaba nada a las plantas. Entonces hizo varias pruebas en su jardín, regándolas cuando la insolación era muy intensa, sin lograr producir ninguna quemadura. Acepté como buena esa idea y traté de encontrar una explicación óptica que aclarara o refutara esas observaciones.

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2005-08-29   |   954 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 79 Núm.4. Julio-Agosto 2005 Pags. 228 Rev Mex Oftalmol 2005; 79(4)