El asma bronquial es la enfermedad crónica más frecuente en niños y adolescentes. La obstrucción de la vía aérea es el mecanismo fisiopatogénico que explica las manifestaciones clínicas de esta enfermedad: por broncodilatación, hipersecreción mucosa, infiltrado inflamatorio e hiperreactividad bronquial. Es por eso que para el control de los síntomas se requieren medicamentos que tengan una acción broncodilatadora y antiinflamatoria. Los broncodilatadores que se usan en esta enfermedad permiten un alivio rápido de los síntomas; de estos medicamentos los más usados son los beta-agonistas, que desde hace algún tiempo han tomado el lugar de las xantinas. A este respecto, en las últimas décadas, particularmente desde los noventa, se ha venido discutiendo acerca de la pertinencia de usar xantinas, la que para muchos es la última opción en los esquemas terapéuticos y hay otros que piensan que este medicamento nada puede aportar al tratamiento de los niños. Tal controversia se ha suscitado por la nada despreciable frecuencia de reacciones adversas, que pueden ser más peligrosas que la misma enfermedad. El objetivo de esta breve revisión es destacar las evidencias que limitan su empleo y exponer las experiencias personales en el control de crisis asmáticas sin usar aminofilina.
Palabras clave: Asma en niños broncodilatadora zantinas.
2005-09-06 | 4,639 visitas | 1 valoraciones
Vol. 72 Núm.4. Julio-Agosto 2005 Pags. 189-190 Rev Mex Pediatr 2005; 72(4)