Resumen

Se presenta un caso de Síndrome de Lyell (necrosis epidérmica tóxica) en un niño de nueve años que sufría crisis convulsivas como secuela de encefalitis viral, para las cuales había recibido anticonvulsionantes. Tres días antes de la última dosis de éstos, le aparecieron lesiones epidérmicas faciales. El estomatólogo pediatra diseñó, elaboró, colocó y controló un nuevo dispositivo que permitiera fijar cánulas orogástricas y orotraqueales durante su tratamiento, sin necesidad de tocar la piel; además, este dispositivo permitió mantener abierta la boca del paciente para evitar movimientos excéntricos de la mandíbula. La experiencia de este caso mostró la utilidad de esta herramienta para apoyar el tratamiento de pacientes con problemas vesiculoampollosos; puede ser igualmente útil para los pacientes que sufren quemaduras de la cara de segundo y tercer grado; para quienes requieran la fijación de cánulas y sondas a fin de evitar el roce que producen con la piel facial. En esta forma se facilita la cicatrización de las lesiones cutáneas y se evitan infecciones de la piel y las mucosas.

Palabras clave: Necrosis epidérmica tóxica enfermedades vesiculoampollosas manifestaciones bucales dispositivo síndrome de Lyell.

2005-09-30   |   2,577 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 26 Núm.4. Julio-Agosto 2005 Pags. 184-189 Acta Pediatr Méx 2005; 26(4)