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Estimados colegas: Nos reencontramos con ustedes nuevamente, en ocasión de cerrar un ciclo, como es nuestro tercer volumen, desde el próximo número, que aparecerá en el mes de marzo próximo, la revista contara con un nuevo concepto editorial, en cuya elaboración estamos trabajando. Estamos abocados a ofrecer un segmento de la revista a la educación médica continua, para médicos jóvenes que se hallen en una etapa formativa. En esta ocasión, el numero de diciembre esta dedicado en su totalidad, a las 42^° Jornadas de Neurocirugía de la Provincia de Buenos Aires, con la publicación de todos los trabajos a ser presentados en dicho evento, desde los trabajos presentados a premio, hasta las presentaciones orales, videos y póster. Insistiremos desde esta columna, en la necesidad imperiosa de estrechar columnas y aunar criterios en pos de lograr un fuerte brazo gremial que proteja nuestro trabajo, que defienda salarios dignos, que nos cubra frente a enfermedades y no seamos condenados de antemano en casos de mala praxis. En la última década los grandes poderes económicos no tardaron en descubrir la rentabilidad tentadora que generan las empresas de medicina prepaga. Desde aquí, la variable de ajuste ha sido siempre el honorario médico; y la mano de obra barata, el reaseguro que garantiza la inversión. Todo esto genera una interminable fuente de ingresos, que imanta a los grandes inversores. De allí surgen las mentadas fusiones empresariales que poco a poco, han ido dejando a la medicina argentina en manos de grandes coporaciones. Ya estamos rodeados de los tentáculos de este sistema que exprime nuestra tolerancia hasta lo inimaginable. Pese a ello, los médicos continuamos con nuestra lucha individual y aislada, empeñados en salvar "nuestra quintita", caminando por pequeños pasillos que todavía no cerraron las corporaciones, en algún descuido operacional. Y por si esto no alcanzara, debemos enfrentarnos a la injusticia de la "mala praxis", una comedia orquestada por la sobre oferta de abogados ávidos de pleitos, en busca de elementos metálicos. Despertemos neurocirujanos de Argentina. El que no vea esta realidad, es porque tiene intereses creados en alguna de las pocas grandes empresas de la salud, o piensa a mi no me va a pasar. Esta revista y la Sociedad de Neurocirugía de La Plata ven con agrado y apoyan fervientemente los cambios que esta impulsando la Asociación Argentina de Neurocirugía. El cambio de rumbo, que esta llevando a cabo la Asociación, con ideas actualizadas a las circunstancias actuales que vivimos los neurocirujanos y los proyectos que se están delineando a largo plazo, más allá de una presidencia o comisión directiva, abren un arco iris de esperanza. Nos llena de alegría ver que se habla de gremialismo en voz alta y sin sonrojarse. Que se piense en la creación de un fondo para colegas que por enfermedad no puedan trabajar. Que se este trabajando para congregar a los colegas alejados e invitar a los que nunca estuvieron. Que se planea racionalizar residencias, concurrencias y becarios. Que se habla de planificar ordenadamente curso, capítulos, congresos y jornadas, evitando superposiciones y repetición de temas. Que se formará un comité dedicado a elaborar programas de educación médica continua. Que se desea establecer una fluida comunicación con los asociados a través de un boletín de emisión mensual. Hoy día creemos, sin temor a equivocarnos que podremos contar con una Asociación que nos defienda gremialmente, proteja el acto médico y se preocupe por mejorar el nivel de capacitación del neurocirujano. Como lo señalara el Dr. Marcos Llambias, cirujano infantil, "Debemos terminar con el prurito de que lo científico es incompatible con lo gremial. Lo uno y lo otro deben coexistir en defensa de nuestros intereses. De lo contrario, las reuniones científicas seguirán siendo un motivo de reunión, para bostezar con los relatos ajenos, y revivir en los pasillos, con el intercambio de injusticias que nos afectan casi por igual". Desde esta columna, trataremos de aportar con un granito de arena a las cimientes de una entidad nacional fuerte que respalde a los neurocirujanos dentro del país y en el marco del Mercosur. Una vez más debemos agradecer a todos los que hacen posible la continuidad de nuestra revista, desde los autores, que con sus contribuciones nos entregan el material esencial para continuar adelante, a los anunciantes, que con su aporte hacen posible esta empresa, siempre difícil, de llevar adelante una publicación periódica de distribución gratuita. Muchas gracias a todos, y hasta el próximo año. Dr. Carlos E. Gagliardi, Dr. Horacio Curcio

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2005-11-16   |   630 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 3 Núm.4. Noviembre 2000 Pags. IV Rev Neurocir 2000; III(4)