Editorial

Autor: Grego Samra Elías

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¿Cómo quieres ser recordado? Vaya pregunta difícil, no es presentada aquí la pregunta como algo a lo que se deba uno ir preparando para el final de la existencia, más bien esta pregunta está dirigida para la vida diaria que cada uno tiene en casa, la oficina, consultorio, en la calle, etc. Cuántas y cuántas veces son vistos y atendidos pacientes en los consultorios dentales (públicos o privados) pero ¿cómo somos vistos los dentistas por aquellos individuos que buscan atención? Sabemos bien que son muchas y variadas las opiniones aunque la mayoría coincide en que el dentista es brusco, austero en su trato y que el paciente es solamente eso, paciente, no Roberto ni Mary, solamente un paciente al que hay que tratar porque algo le molesta o duele. La actitud que se tiene hacia los pacientes está dada por la frustración del odontólogo que no puede prevenir y tiene que estar curando y reparando bocas que por una u otra causa no puede prevenir. Las condiciones de este tiempo que nos ha tocado vivir son difíciles pero aún manejables. Esto está dado por la respuesta a ¿qué es lo que buscan los pacientes? Y aún más ¿qué quisieran los odontólogos que les hicieran si tuvieran algún problema oral? Sonará tal vez un poco cursi pero se busca un poco de amor y comprensión por parte del profesional, asimismo, se espera que sea eso, un verdadero profesional, que tenga una filosofía adquirida a través de la educación continuada y experiencia, delicado y comprensivo pero firme en cuanto a lo que tiene qué hacer y solamente hacerlo. Es bien conocido que la gente que ha tenido experiencias desagradables en el sillón dental huye y recurre a él cuando ya es tarde y el tratamiento en esas circunstancias es doloroso por naturaleza, no hay forma de evadirlo pues el dolor es intenso y continuo. ¿Cómo hacer que los pacientes recurran al Odontólogo para prevenir en vez de curar? Otra pregunta difícil, su respuesta está sin lugar a dudas en varios lugares, el primero es en la casa, seguido por la escuela, las campañas de la Secretaría de Salud, y el propio odontólogo. Se ha sugerido que las personas laven sus dientes (aunque no lo hagan muy bien) en presencia de sus hijos, que salgan del baño (a veces regadera) para que vean los pequeños que es algo que hay que hacer dos o tres veces al día, que se puede ver la televisión mientras se lava un adulto o un niño la boca, sé bien que esto puede parecer escandaloso para muchos colegas pero ¿qué tan grave puede ser esto? Difícil es cambiar conductas y procederes, sí se puede, todo es cosa de intentarlo, los beneficios estarán en el tiempo por venir y seguramente serán gratos.

Palabras clave: Embarazo fisiología farmacología

2002-12-21   |   889 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 59 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2002 Pags. 197-201. Rev ADM 2002; LIX(6)