Resumen

El objetivo de este estudio fue comparar la presencia de anticuerpos anti-2 glicoproteína I (anti-b2 GPI) con las pruebas convencionales de laboratorio de anticuerpos anticardiolipina (aCL) y anticoagulante lúpico, y con las manifestaciones clínicas del síndrome antifosfolípido (SAF). Se incluyeron en el estudio 80 mujeres con SAF; 35 de ellas de la consulta de Reumatología y las otras 45 con historia de aborto recurrente espontáneo (ARE); 5 mujeres de la consulta de Reumatología sin SAF, 27 mujeres con ARE, sin SAF y un grupo control de 20 mujeres sanas en edad reproductiva. Se investigaron la presencia de anticuerpos IgG e IgM anticardiolipina (aCL) e IgG anti-b2 GPI por la técnica de ELISA, y el anticoagulante lúpico por la determinación del tiempo parcial de tromboplastina activado. Adicionalmente, se registraron las manifestaciones clínicas asociadas al SAF. De las pacientes con SAF, 25.7% del grupo de Reumatología (9/35) y 4.4% de las pacientes con ARE (2/45) fueron positivas para anticuerpos anti-2 GPI, mientras que ninguna de las mujeres sin SAF, ni de las mujeres del grupo control, fue positiva. La asociación entre la presencia de anti-b2 GPI y los anticuerpos IgG e IgM aCL mostró una diferencia significativa en los títulos de 3+ (altamente positivos) en contraste con los individuos negativos para anti-b2 GPI. La positividad del anticoagulante lúpico también se correlacionó con la presencia de anticuerpos anti-b2 GPI. No hubo diferencia significativa entre las diversas manifestaciones clínicas del SAF y la presencia de dichos anticuerpos. En conclusión, la determinación de anticuerpos anti-b2 GPI tiene una alta especificidad en pacientes con SAF pero no se asoció con ninguna manifestación clínica en particular.

Palabras clave: Anticuerpos anti-b2 GPI anticuerpos anticardiolipina pérdida recurrente del embarazo sindrome antifosfolípido trombosis.

2006-03-06   |   1,927 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 17 Núm.4. Diciembre 2004 Pags. 328-338 IATREIA 2004; 17(4)